Una cantante pop estadounidense causó indignación luego de mostrar la grabación de un video musical obsceno y violento que realizó dentro de una iglesia en Estados Unidos.
Sabrina Carpenter, quien filmó en una iglesia católica en Brooklyn, se justificó por haber grabado dentro de la iglesia.
“Obtuvimos la aprobación por adelantado”, dijo Carpenter, de 24 años, a Variety el miércoles, refiriéndose al controvertido rodaje en la parroquia Our Lady of Mount Carmel-Annunciation en Williamsburg, Brooklyn. “Y Jesús era carpintero”.
El vídeo de su canción “Feather” provocó indignación cuando mostraba a Carpenter semidesnuda, rodeada de ataúdes, bailando frente al altar.
El altar estaba decorado con una botella de líquido con la etiqueta “RIP”, una muñeca con la etiqueta “Good Girls Go 2 Heaven” y un libro titulado “Los tampones deberían ser gratis”. Uno de los ataúdes llevaba la inscripción “RIP B—” debajo de una cruz.
escenas sangrientas
Desde su debut en Halloween , el vídeo ha acumulado 12 millones de visitas en YouTube. El contenido incluye escenas sangrientas que recuerdan a las películas de terror.
El obispo de Brooklyn, Robert Brennan, dijo que estaba “horrorizado” por el vídeo, que provocó que monseñor Jamie J. Gigantiello fuera despojado de responsabilidades administrativas tras una investigación de la diócesis. Sin embargo, continúa celebrando misas en la iglesia.
Aunque la parroquia afirmó que la productora responsable del video no fue informada sobre el contenido provocativo, la diócesis concluyó que “una revisión de los documentos presentados a la parroquia antes de la producción, si bien no representan todas las escenas, claramente representa un comportamiento inapropiado e inapropiado para un santuario de la iglesia.”
Pedido de disculpas
Tras las consecuencias negativas, Gigantiello se disculpó en una carta fechada el 6 de noviembre, solicitando perdón a los feligreses.
Dijo que creía que la filmación se llevaría a cabo afuera y que tanto él como los líderes de la iglesia “no sabíamos que algo provocativo estaba ocurriendo dentro de la iglesia, ni sabíamos que se colocarían ataúdes falsos y otros objetos funerarios en el santuario. “
Monseñor señaló que “en un esfuerzo por fortalecer aún más los vínculos entre los jóvenes artistas creativos que componen esta comunidad y la parroquia”, aceptó el rodaje después de que “una búsqueda general de los artistas involucrados no arrojara nada cuestionable”.
“Si bien asumo toda la responsabilidad por la decisión errónea de permitir la filmación, quiero asegurarles que no tenía conocimiento de que tal escena se filmaría en nuestra iglesia, que hemos trabajado tan duro para restaurar su actual belleza sagrada”. escribió, agregando que el Santísimo Sacramento fue retirado de la iglesia antes de filmar.
Gigantiello también destacó que los $5,000 que la iglesia recibió por el video fueron donados a Bridge to Life, un centro de embarazo sin fines de lucro con el cual la Diócesis de Brooklyn tiene vínculos.
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