Según publica el analista Richard Miniter en Forbes, Doha ha ofrecido la entrega de los restos del teniente Hadar Goldin y de otro israelí no identificado a cambio de que su emir pueda sentarse a hablar con ciertas entidades judías norteamericanas.
El trasfondo de esta maniobra es, evidentemente, la crisis diplomática que se vive en el Golfo desde que, este mismo verano, Arabia Saudí, Baréin, Emiratos y Egipto emprendieran un boicot de amplio espectro contra Qatar por el apoyo de este último al terrorismo islamista.
“El alcance de los esfuerzos del emir sugieren poderosamente que la presión diplomática y económica sobre Qatar está teniendo éxito”, afirma Miniter.
Goldin desapareció en verano de 2014, en el curso de la operación antiterrorista Margen Defensivo desarrollada por Israel en Gaza. Posteriormente, la organización terrorista islamista Hamás, que detenta el poder en la Franja, confirmó que había asesinado al joven soldado israelí, de 23 años.
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Fuente: El Medio
