Por qué la victoria de Trump ha hecho feliz a Erdogan

Recep Tayyip Erdogan, un islamista cuyo partido está inspirado en los Hermanos Musulmanes, celebra la victoria de un presidente que ha prometido prohibir la llegada de inmigrantes musulmanes a EEUU: la clave, según Eli Lake, está en Fethullah Gülen, el clérigo islamista enemigo de Erdogan exiliado en EEUU, al que el presidente turco acusa de instigar el intento de golpe de Estado registrado en Turquía el pasado mes de julio.

El presidente Barack Obama denunció el intento de golpe, pero hasta el momento su Administración no ha pedido a los tribunales estadounidenses que revisen el estatus de Gülen como residente permanente o tomen en consideración las pruebas que Turquía ha proporcionado al Departamento de Justicia en apoyo de las alegaciones de que Gülen participó en el golpe.

Ahora entra en escena Michael Flynn, un general retirado que dirigió la Agencia de Inteligencia de Defensa durante dos años con el presidente Obama y que actualmente es el favorito para ser el consejero de Seguridad Nacional de Trump. El pasado día 8, ‘The Hill’ publicó un artículo de Flynn en el que éste decía que América no debería proporcionar a Gülen un refugio seguro, argumentando que es el Osama ben Laden de Turquía.

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Si el artículo de Flynn es un indicador de los planes de la Administración Trump… Gülen haría muy bien en encontrar otro país que le proteja de un presidente turco que está tratando de llevarlo ante la Justicia.

El veterano periodista iraní Amir Taheri, exiliado tras la revolución islámica de 1979, cree que la victoria de Donald Trump en las presidenciales estadounidenses acabará con la transigencia hacia Teherán que ha caracterizado a la Casa Blanca bajo la presidencia de Obama.

Trump debería mostrar que EEUU ya no va a seguir dando cosas a cambio de nada. Como hombre de negocios, podría practicar la diplomacia del intercambio: si los mulás congelan realmente su programa nuclear, las sanciones relacionadas con este asunto podrían y deberían ser suspendidas, en justa correspondencia. Ayudar a los mulás a comprender que la fiesta de la que han disfrutado con Obama ha terminado sería bueno para EEUU, para Irán y para el resto del mundo.

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Sería bueno [también] para Irán porque los mulás empezarían a comprender que sus acciones tienen consecuencias y que en algún momento tienen que admitir que no pueden pisotear todas las reglas de conducta responsable, por no mencionar las leyes internacionales.

Durante los últimos 24 años, EEUU e Israel han estado defendiendo la creación de una entidad estatal palestina en la Franja de Gaza y la Margen Occidental. El general israelí Giora Eiland, exdirector del Consejo de Seguridad Nacional de su país, opina que ya es hora de explorar otras alternativas.

[El paradigma de los dos Estados] se basa en cuatro premisas: 1) la solución del conflicto debe circunscribirse geográficamente al área entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo; 2) la solución requiere el establecimiento de un Estado palestino con completa soberanía; 3) la frontera entre Israel y Palestina debe basarse en las líneas anteriores a 1967; 4) la Margen Occidental y Gaza deben constituir una sola entidad diplomática.

Esas cuatro premisas dejan poco espacio para las negociaciones… Si nos liberamos de ellas y tratamos de mirar dentro del rango completo de posibles soluciones, encontraremos que algunas otras tienen grandes ventajas sobre la única propuesta que actualmente está sobre la mesa.

Entre esas soluciones alternativas podemos hablar de la ‘solución regional’, con intercambio de territorios entre cuatro actores –Egipto, Jordania, Israel y Palestina–; o de la creación de una federación entre Jordania y la Margen Occidental; o de una división funcional, no necesariamente territorial, entre Israel y Palestina. Y sí, incluso del plan adelantado por [el ministro israelí] Naftalí Bennett, líder del partido Hogar Judío, de anexionar el Área C [donde están concentradas la mayoría de las comunidades judías] y establecer una autonomía palestina en el resto del territorio [de la Margen].

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Fuente: El Medio

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