Vernon Barnett es bombero desde los 17 años. Debido a los horarios de trabajo, extrañaba poder ir a la iglesia con frecuencia. 

Entonces, decidió crear una sala de oración en su trabajo, pues entendió que mantener la fe es importante para las personas que trabajan salvando vidas.

Vernon tiene experiencia como socorrista, paramédico y oficial de policía. Para él, estar de servicio incluso cuando no recibió una llamada de emergencia dificultó asistir a los servicios. 

“Nadie quiere recibir una llamada en la radio mientras predica”, dijo.

La idea de la sala de oración surgió después de que Vernon leyera un artículo sobre el tema:

“Una iglesia en Florida tenía una sala de oración especial y el hombre que la abrió era como yo. Pensé: ‘¿Por qué no podemos hacer algo como esto?’ Conozco a muchos otros hombres que están en la misma situación”.

Ejecución del proyecto

Vernon dijo que todo comenzó con unas pocas mesas y sillas y, después de unas semanas, consiguió una habitación más adecuada.

El bombero trajo café y pasteles con la intención de hacer el lugar más acogedor y atractivo.

“Me acerqué a algunos socorristas que conocía y los invité a pasar por la habitación y tomar una taza de café mientras observábamos el servicio”, recordó.

Al menos cinco hombres aparecieron durante las próximas semanas, con el mismo número de visitantes frecuentes haciendo uso de la sala. 

Quienes estaban atendiendo una emergencia también se detuvieron a tomar un café antes de volver a la calle.

Vernon es miembro de la Segunda Iglesia Bautista de Louisiana, EE. UU. Su pastor, Mike Peterson, señaló: 

“Realmente lo aprecian porque muchos de ellos quieren ir a la iglesia y les da la oportunidad de hacerlo”.

“Hay días que no hay nadie porque están respondiendo a un incendio hasta altas horas de la noche. Los otros días hay cinco o seis uniformados. Los conozco y los veo en el pueblo y se acuerdan de mí en la iglesia”, agregó el pastor.

Vernon dijo que no es raro que las esposas y los hijos de los socorristas también asistan a la reunión para poder adorar juntos.

Cordell Kingsley, pastor de jóvenes y adoración en la Iglesia Tanya Torbett, ayudó a Vernon a preparar el salón y preparar el equipo necesario.

“La sala proporciona un área para la comunidad cristiana. Es genial ver el impacto en las familias de otros policías o bomberos”, dijo Cordell.

Cuando la comunidad encuentra un socorrista , a menudo se encuentra en malas circunstancias. Para Vernon, este encuentro brinda la oportunidad de predicar el Evangelio.

“Cuando trabajas en esa comunidad y conoces a estas personas, te preocupas por ellas. Solo queremos mostrarles el amor de Dios”, concluyó.