Javier Milei , el recién inaugurado presidente de Argentina, asumió el cargo el domingo (10), cuando prestó juramento bajo la Biblia, diciendo: “Por Dios y por la patria, en estos Santos Evangelios”.
Luego del acto en el Congreso de la Nación en Buenos Aires, Javier Milei recibió la banda presidencial y el bastón de mando de manos de Alberto Fernández, quien finaliza su mandato presidencial.
En la ceremonia participó una delegación con representantes internacionales, entre ellos el rey Felipe VI de España, así como los presidentes de Paraguay y Uruguay, y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro .
En su discurso ante la multitud en el exterior del edificio, el nuevo presidente argentino hizo referencia a la “incómoda verdad” sobre el ajuste económico que pretende implementar en una “situación crítica y de emergencia”.
Milei afirmó que no hay “alternativas” más que un fuerte “shock” económico, que implicará sacrificios para la población en los próximos años.
En su discurso, el nuevo presidente argentino, que se identifica como judío, mencionó la revuelta macabea , ocurrida hacia el 160 a.C., como un “símbolo del triunfo de los débiles sobre los poderosos”.
Ceremonia de fe con presencia evangélica
Ese mismo día, por la tarde, Milei participó de una ceremonia interreligiosa en la Catedral de Buenos Aires, acompañada de algunos miembros de su gabinete.
El evento, inusual para una toma de posesión presidencial, contó con breves discursos de líderes religiosos. La ceremonia estuvo presidida por el arzobispo católico García Cuerva.
Entre los representantes religiosos estuvieron el representante de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de Argentina) Pastor Christian Hooft, el rabino Shimon Axel Wahnish y el Shaykh Salim Delgado Dassum, representante de la comunidad islámica. Cada uno de ellos habló en el altar ante el jefe de Estado, que estaba sentado solo.
El presidente de la Alianza Evangélica Argentina (ACIERA), Christian Hooft, dirigió una oración a Dios .
“Una vez más nos encontramos en un momento crítico, un punto de inflexión, 40 años de democracia ininterrumpida. Te pedimos ayuda, misericordia y bendiciones para Argentina. No aceptamos la maldición de la pobreza para nuestra nación”, dijo Hooft.
Continuó: “Dios, nos has dado un país de abundancia, pero no hemos sido buenos mayordomos. Hemos descuidado el lugar que nos diste entre las naciones. Oramos para que podamos volver a ser ese país grande y bendito”.
La Alianza Evangélica Argentina había afirmado anteriormente que “ningún partido político puede representar a las iglesias evangélicas”.
“Oramos por este nuevo gobierno. Que les dé la sabiduría, la templanza y la prudencia necesarias para llevar a cabo los cambios, para implementar las políticas esenciales para el bienestar de todo nuestro pueblo”, dijo el dirigente, en la parte final del acto.
El representante de ACIERA pidió “perdón a Dios, porque te tomamos del primer lugar a ti, que eres el soberano” y oró “para poder regresar a este país próspero y bendito”.
También pidió “menos inflación, salarios dignos, fortalecer la cultura laboral” y “volver a la fe”.
El rabino judío Wahnish citó los Salmos y preguntó a Milei: “¿Cuál es su deseo, señor presidente?”
“Para poner a la Argentina de pie”, respondió el presidente desde su púlpito. “Le pediré a Dios que le conceda algo que viene pidiendo desde hace mucho tiempo. Pide sabiduría, templanza y coraje”, concluyó el rabino hablando directamente con Milei, a quien luego abrazó durante un largo rato.
Nuevos parlamentarios con fe evangélica
Tres días antes se produjo la toma de posesión de los 130 parlamentarios de la nueva Cámara Baja del Congreso argentino. Entre ellos estaba Nadia Márquez, la nueva diputada nacional por la provincia de Neuquén, quien es abogada y pastora evangélica.
Ella es una de los cinco legisladores que hablan abiertamente de su fe evangélica, representando la mayor cantidad en la historia de diputados de esta denominación.
Cuando Nadia Márquez prestó juramento, abordó su fe cristiana y su defensa de la vida y afirmó: “Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, sí, lo juro. Sí a la vida”.
Nadia Márquez es líder del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, un movimiento evangélico en América Latina, y se desempeña como secretaria de la Unión Iberoamericana de Políticos Cristianos (UIPC).
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