Hay que expulsar a Turquía de la OTAN

Michael Rubin, del American Enterprise Institute, cree que, bajo la férula del islamista Recep Tayyip Erdogan, la nación euroasiática ha dejado de ser un aliado confiable y de hecho se ha convertido en una amenaza de primera magnitud, por lo que urge a expulsarla de la Alianza Atlántica.

“Si la tensión interna en EEUU sigue como hasta ahora, la posibilidad de otro 11-S ya no será tan remota”, escribió el columnista Abdurrahmán Dilipak en ‘Yeni Akit’, un periódico cercano al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y a su formación política, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Semejante incitación amenazante puede sonar extraña en un miembro de la OTAN, pero se ha convertido en algo habitual en Turquía.

En 2004, ‘Tormenta de metal’, relato ficticio de una guerra entre Turquía y EEUU, se disparó hasta lo más alto de la lista de libros más vendidos [en Turquía]. El diario turco ‘Radikal’ informó [entonces:] “en el Ministerio de Exteriores y en el Estado Mayor se está leyendo con entusiasmo (…) todos los miembros del Gabinete lo tienen”. (…) Más recientemente, Erdogan amenazó a las fuerzas de EEUU en Siria con un “bofetón otomano”.

(…)

En el ‘New York Times’, el propio Erdogan advirtió (…) la continua “falta de respeto hará que empecemos a buscar nuevos aliados y amigos”, amenaza nada sutil de que quizá se vuelva hacia Rusia. Pero es que ya lo ha hecho (…). Erdogan ha dejado claro que pretende hacerse con [el sistema ruso de misiles] s-400, que, si se integrara en el sistema turco de defensa aérea, podría comprometer secretos de la OTAN [que podrían acabar en manos de] ingenieros rusos.

(…)

De hecho, el auténtico peligro para la OTAN no es que Turquía se retire o se vuelva hacia Rusia, sino que se quede en la organización. Como las decisiones de la OTAN se toman por consenso, Turquía puede ejercer de proverbial caballo de Troya (…) en momentos de crisis.

Ciertamente, no hay un mecanismo claro para expulsar a un miembro, pero la supervivencia de la OTAN requiere que se purgue a Turquía.

A juicio de Eyal Zisser, de la Universidad de Tel Aviv, el Proceso de Oslo se ha saldado con un rotundo fracaso y Jerusalén ha de aportar por nuevas vías en la resolución del conflicto israelo-palestino.

Este lunes se cumplirán 25 años de la firma de los Acuerdos de Oslo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina. El acuerdo de paz fue recibido con gran entusiasmo tanto en Israel como en el resto del mundo y fue descrito como un hito histórico en el camino hacia la paz árabe-israelí. El acuerdo hizo que sus signatarios ganaran el Nobel de la Paz, pero finalmente saltó por los aires y dejó a Israel recogiendo los pedazos.

(…)

Fue concebido para que ambas partes pudieran obtener ventajas del mismo y recibir compensaciones que hicieran que el avance en las negociaciones mereciera la pena, y de esta manera se acomodara a las opiniones públicas israelí y palestina en una senda de resolución del conflicto (…)

Pero el experimento fracasó. Como era de esperar, el liderazgo palestino encontró difícil –y muy posiblemente ni siquiera intentó– cumplir con sus compromisos. La Autoridad Palestina jamás trató de preparar al público palestino para [que asumiera] las concesiones que serían necesarias para la paz. Peor aún, se negó a abandonar la violencia y el terrorismo como medios, lo que hizo a numerosos israelíes escépticos para con el plan.

(…)

Un cuarto de siglo después (…), parece que a Israel le convendría buscar soluciones no convencionales y encontrar la manera de escapar de la incómoda realidad en que vive desde entonces.

El Jerusalem Post arremete contra los países que han decidido reconocer el inexistente Estado palestino porque con sus brindis al sol, denuncia, no hacen más que dificultar la resolución del conflicto israelo-palestino.

Cuatro días antes de que abandonara el cargo de presidente y sin que Israel supiera nada, Juan Manuel Santos dio un dramático paso en secreto y “decidió reconocer a Palestina como Estado libre, independiente y soberano”. Colombia pidió a los palestinos que mantuvieran la noticia en secreto hasta la jura del nuevo presidente de Colombia, Iván Duque.

¿Qué Estado palestino reconoció Santos, exactamente? ¿El de la Margen Occidental o el de Gaza? ¿Uno con fronteras? ¿Con Ejército? ¿Tiene capital? ¿O acaso Colombia no hizo más que rendir homenaje a la disfuncional cleptocracia (…) [de] Ramala?  

Colombia se ha convertido en el 137º país de los 193 que forman parte de la ONU que reconoce al denominado “Estado de Palestina”. La cuestión es: ¿con qué fin?

(…)

El emitir declaraciones que proclaman Estado a un imaginario lugar del éter, desconectadas de los hechos, sin base en la realidad, todos esos 137 países están de hecho afectando negativamente a la posibilidad de que haya un diálogo relevante entre Israel y los palestinos.

La entrada Hay que expulsar a Turquía de la OTAN aparece primero en Revista El Medio.

Fuente: El Medio

Share Button

Otras Noticias