El exsecretario del gabinete del primer ministro israelí Zvi Hauser explica que el reconocimiento de la soberanía de Israel sobre ese territorio de gran valor estratégico sería positivo no solo para el Estado judío, dado que serviría para contrarrestar el expansionismo iraní en la región.
El reconocimiento internacional de la soberanía de Israel sobre el Golán, que representa tan solo el 1% de lo que era Siria hasta hace muy poco, tiene interés no sólo para Israel, sino para todos aquellos que desean estabilizar la región y bloquear la creciente influencia de Irán en ella. [Además], los Estados suníes moderados no se opondrán a algo que significa exigir un precio territorial al eje chií del mal.
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La comunidad internacional debe aceptar las consecuencias estratégicas del colapso de Oriente Medio. Las fronteras mesorientales como las hemos conocido en el último siglo se están evaporando ante nuestros ojos. Reconocer la soberanía de Israel sobre el Golán es un paso evidente en la reconfiguración de la región a través de la demarcación [de nuevas fronteras], especialmente en la zona sirio-iraquí, que ha cambiado irreversiblemente.
El analista saudí Turki Aldajil considera que Riad está adoptando decisiones correctas en lo relacionado con la tremenda crisis de seguridad y nacional que vive Irak desde hace tantos años.
Arabia Saudí felicitó al primer ministro iraquí, Haider al Abadi, por el éxito de las fuerzas de seguridad [iraquíes] en su confrontación con los grupos armados. Decidió nombrar un embajador en Bagdad y quiere emplear sus medios militares y de seguridad para servir a la estabilidad y la unidad de Irak.
Luego está la importante confirmación de que Arabia Saudí permanece equidistante de todos. Esto no es ficción. Si Arabia Saudí quisiera apoyar únicamente a los suníes, podría haberlo hecho desde 2003, cuando el escenario estaba vacío y antes de que Irán y sus filiales se infiltraran en él.
Sin embargo, Arabia Saudí ha decidido desde el primer día apoyar la unidad iraquí y a los poderes políticos moderados, así como desempeñar trabajos humanitarios como el apadrinamiento por parte del rey Salman de 1.000 niños iraquíes que fueron desplazados por los terroristas del ISIS:
Irak seguirá siendo árabe y un día volverá a su espacio natural, la reserva de la civilización árabe e islámica.
El analista turco Abdulkadir Selvi considera que el cambio de postura de la Casa Blanca sobre la cuestión kurda puede ser un punto de inflexión en las relaciones turco-americanas.
La primera señal de que la Administración Trump estaba escuchando las tesis turcas proviene de Sinyar. El cónsul general estadounidense en Irbil, Ken Gross, dijo al gobernador del distrito de Sinyar, Naif Seydo: “Estamos buscando un nuevo mecanismo para la retirada de Sinyar del PKK”. Nuestras unidades de inteligencia también lo confirman. También en el pasado EEUU le dijo al PKK, el ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que se retirara de Sinyar, pero el PKK siguió ahí formando nuevas estructuras bajo el nombre de Unidades de Resistencia de Sinyar y Unidades Femeninas de Resistencia de Sinyar. La decisión de la Administración Trump sobre Sinyar será una prueba en este sentido. Ankara cree que la iniciativa estadounidense en Sinyar debería tener una oportunidad. Si el PKK abandona Sinyar, tendrá efectos positivos en las relaciones turco-americanas.
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Hay tres capítulos en las relaciones con la Administración de EEUU. La estrategia regional de la Administración Trump, la lucha contra el ISIL [Estado Islámico] y el asunto del PYD-YPG [Partido de Unidad Democrática, independentista kurdo, y su brazo armado, las Unidades de Protección Popular] .
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La máxima prioridad de Turquía es tener buenas relaciones con EEUU. Comparado con ello, la lucha contra el PYD-YPG y el ISIL pasa a un segundo término.
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Fuente: El Medio
