El analista del New York Times Bret Stephens llama la atención sobre la emergencia de una suerte de Internacional Tiránica, conformada por países como China, Rusia, Irán y Corea del Norte, y advierte de que su gran objetivo es la voladura del orden internacional, sustentado en la denominada Pax Americana.
Verdaderamente es un eje del mal.
Esta semana, el ‘New York Times’ ha informado de que los investigadores de la ONU han elaborado un informe de más de 200 páginas con abundantes pruebas del suministro por parte de Corea del Norte de potenciales componentes de armas químicas y misiles balísticos al régimen sirio de Bashar al Asad. Previamente Pyongyang trató de dotar a Asad de un reactor nuclear, hasta que los israelíes bombardearon la instalación en 2007.
Pyongyang no es el único asistente de Damasco. En noviembre, Moscú –que procura a Asad una fuerza aérea para que pueda bombardear a su propio pueblo– esgrimió su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU por décima y undécima vez en defensa del Gobierno sirio, para echar abajo una comisión de expertos encargada de investigar el uso de armas químicas en Siria. Pekín ha usado su propio derecho de veto para ayudar a Asad en otras seis ocasiones.
Y luego está Irán, que se ha implicado en la supervivencia de Asad desde el principio del levantamiento contra su régimen, en 2011. Por medio de su satélite libanés, Hezbolá, Teherán ha brindado a Asad sus más efectivas y despiadadas tropas terrestres.
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Con independencia de lo que les diferencia, Irán, Corea del Norte, Rusia y China son todas ellas potencias (…) revisionistas. Lo que quieren revisar, erradicar, es la Pax Americana.
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Por encima de todo, [la lucha contra esta Internacional Tiránica] requiere creer en lo que solía denominarse ‘el mundo libre’; en sus principios morales, intereses compartidos y aspiraciones de largo aliento. (…)
El eje del mal está de vuelta, aunque lo cierto es que jamás se llegó a ir. La causa de la libertad ha de resucitar.
El expresidente del Gobierno español José María Aznar y el ex primer ministro canadiense Stephen Harper traen a colación el reciente incidente provocado por la incursión de un dron iraní en el espacio aéreo israelí para demandar a la comunidad internacional que se una para hacer frente al expansionismo de la República Islámica, el principal patrocinador estatal del terrorismo.
Para impedir una crisis a gran escala, Norteamérica y Europa deben unirse a Israel y detener a Irán.
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El primer objetivo debe ser impedir que Irán desarrolle armamento nuclear. (…) En vez de clausurar las ambiciones nucleares de Irán, el acuerdo de 2015 [sobre el programa atómico de la República Islámica] da al régimen [de Teherán] una hoja de ruta hacia su materialización. Las predicciones de que el acuerdo ‘desescalaría’ las tensiones y reforzaría la cooperación se han demostrado erróneas. Desde la firma del acuerdo, las agresiones y la hostilidad iraníes han aumentado.
Pero la revisión del acuerdo para que Irán no se nuclearice no eliminaría la amenaza. EEUU y sus aliados deben igualmente hacer frente a las agresiones y el influjo iraníes en todo Oriente Medio. Teherán sigue guerreando por medio de sus satélites terroristas en el Líbano, Siria y el Yemen.
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El presidente Trump parece haber entendido instintivamente lo mal que está saliendo el acuerdo con Irán. También parece entender que EEUU y sus aliados tienen un gran interés en respaldar firmemente a Israel. Y tiene razón al decir que el acuerdo nuclear debe ser renegociado. EEUU debe mostrar su liderazgo elevando la presión sobre Irán y resistiendo las interferencias de los países –muchos de ellos europeos– que prefieren el ‘statu quo’.
En Israel Hayom Nadav Shragai se hace eco de la dramática situación en que se encuentra la Franja, sojuzgada desde hace más de una década por la organización terrorista islamista palestina Hamás.
Hemos de hablar de la Franja de Gaza. La aflicción allí es real, fruto de la ausencia de agua potable, de que apenas hay electricidad cuatro horas al día, del aumento de la morbidez y el desempleo y de un sistema sanitario al borde del colapso. La pobreza no para de crecer y decenas de miles de personas han sido encarceladas por no hacer frente a sus deudas. La desesperación es palpable, cada vez son más los palestinos que se suicidan o que cruzan ilegalmente a Israel para recibir alimentos gratuitamente en prisión.
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(…) las prioridades de Hamás siguen siendo las mismas: el sacrificio de las necesidades de la población en pro del desarrollo de sus capacidades militares, lo que comprende el desvío de los fondos y recursos donados por la comunidad internacional para la reconstrucción de Gaza (…) Se han invertido cientos de millones de dólares en la construcción de sistemas de misiles, en cohetes y túneles terroristas, en vez de en hospitales, alimentos, medicinas, infraestructuras civiles, la rehabilitación de viviendas y el fomento del empleo. (…)
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(…) La mayoría de los gazatíes apuestan por la vida. Son rehenes de una organización terrorista que (…) los ha conducido al borde del abismo.
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Fuente: El Medio
