Después de ser arrastrado por un tornado, el bebé sobrevive y su madre testifica: “Fue la gracia de Dios”

El testimonio de supervivencia de un bebé arrastrado por un tornado en Estados Unidos impresionó y fue noticia en todo el mundo.

El 9 de diciembre, un fuerte tornado azotó la casa de Sydney Moore en Clarksville, Tennessee.

La madre acababa de acostar a sus dos hijos, Lord, de 4 meses, y Princeton, de 1 año, por la tarde, cuando el tornado destruyó la casa familiar.

Sydney, de 22 años, dijo que ella y su prometido, Aramis Youngblood, corrieron para tratar de proteger a sus dos hijos.

“Tan pronto como salté encima de Princeton, en la habitación de atrás, las paredes se derrumbaron. Recuerdo que a Princeton y a mí nos tiraron al suelo”, recordó la madre, en el programa “Good Morning America” de ABC.

Mientras tanto, el padre y el bebé de 4 meses fueron arrastrados por el tornado. “En la sala del frente, Aramis estaba allí con Lord, y el techo se cayó y se los llevó. La cuna fue lo primero que se fue”, dijo Sydney.

Luego de que pasó el tornado, los padres y el hijo mayor lograron salir de los escombros de la casa.

“Recuerdo que la primera pregunta que le hice [a Aramis] fue: ‘¿Dónde está mi bebé?’. Y él dijo que no sabía”, relató la madre.

Entonces, el padre empezó a buscar al bebé. Después de 10 minutos, Aramis encontró a su hijo vivo en lo alto de un árbol, a unos 7,5 metros de la casa.

“Era como si lo hubieran colocado en un árbol, como una cunita para un bebé. En el fondo, era como un cubículo en un árbol”, testificó la madre.

Sydney describió el momento en que vio a su prometido regresar con el bebé. “Lo vi caminando por el bosque, cargando a Lord bajo la lluvia torrencial, y toda su ropa estaba rota. Era como una escena de una película”, dijo.

Y declaró: “Estaba seguro de que estaba muerto y no lo íbamos a encontrar. Pero él está aquí, y eso es por la gracia de Dios”.

A pesar del gran susto, la familia sólo sufrió heridas leves y todos se han recuperado.

Steven Bryant, el bombero que brindó primeros auxilios después de la tormenta, recordó: “Sydney vino corriendo hacia mí y me dio al bebé y pude oírlo llorar, así que pensé, esto es bueno. Afortunadamente no sufrió heridas graves, lo que fue prácticamente un milagro”.

Según la Oficina del Sheriff del condado de Montgomery, el tornado mató a tres personas e hirió a más de 20.

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