El régimen comunista de China ordenó a los ciudadanos espiar a los vecinos cristianos e informar sobre cualquier “actividad religiosa ilegal”, incluida la predicación y las reuniones en los templos religiosos.
La administración del distrito de Meilisi Daur en la ciudad de Qiqihar, provincia de Heilongjiang, publicó un documento titulado “Sistema de recompensas por denuncias de actividades religiosas ilegales”, que dice que los informantes recibirían hasta 1.000 yuanes, informó China Christian Daily .
Según el informe, las autoridades aceptan cualquier información – por teléfono, correo electrónico o carta – sobre personal religioso no calificado, actividades transregionales no autorizadas, predicación y distribución de literatura religiosa impresa, productos audiovisuales fuera de los lugares de culto, donaciones no autorizadas. o reuniones privadas en casa.
vecinos soplones
El objetivo, agrega, es lograr que los vecinos ayuden a “fortalecer el control de las actividades religiosas ilegales en el distrito, prevenir cualquier contagio de COVID-19 resultante de las reuniones religiosas, movilizar al público para que participe en la prevención, represión de las actividades religiosas ilegales y asegurar un entorno armonioso y estable para el paisaje religioso ”.
El documento fue publicado este mes por el Departamento de Trabajo del Frente Unido del distrito de Meilisi Daur, según The Christian Post .
Posteriormente se introdujeron sistemas de recompensa similares en el distrito de Boshan en la ciudad de Zibo y en la provincia de Shandong en la ciudad de Weihai. Anteriormente, estas recompensas ya se ofrecían en Fujian, Guangxi, Henan, Hebei y Liaoning.
persecución explícita
“Aunque no especifican la religión a la que apuntan, está claro que las iglesias en las casas están siendo reprimidas”, dijo la organización International Christian Concern, dedicada a monitorear la persecución religiosa de los cristianos en todo el mundo.
En la Lista mundial de persecución de la entidad, China aparece como el decimoséptimo país más hostil al cristianismo.
Bajo el presidente Xi Jinping, los funcionarios del Partido Comunista Chino, o PCCh, han estado imponiendo controles estrictos sobre la religión, según un informe publicado en marzo por el grupo estadounidense China Aid, e imponiendo cambios a los himnos cantados en los servicios e incluso en los textos bíblicos. .
Las autoridades en China también están tomando medidas enérgicas contra el cristianismo al eliminar las aplicaciones bíblicas de las tiendas de aplicaciones para teléfonos inteligentes y también las páginas públicas cristianas en la red social WeChat (la más grande del país), ya que este año entraron en vigor nuevas medidas administrativas altamente restrictivas contra los funcionarios religiosos.
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