¿Por qué no se celebra más la derrota del Estado Islámico?

Al analista norteamericano Arthur Chrenkoff le extraña sobremanera que las contundentes derrotas que está experimentando la peor amenaza terrorista que afronta el mundo estén recibiendo tan magra cobertura mediática. Y se teme que en buena parte este llamativo desinterés se daba a la fobia a Donald Trump de la mayoría de los medios de comunicación.

La capitidisminución del Estado Islámico, una organización terrorista que en el curso de una inesperada guerra relámpago se hizo con una vasta aunque porosa porción de territorio en el marasmo producido por la guerra civil siria y la inestabilidad de la posguerra civil iraquí, ha sido una de las grandes noticias de 2017. (…)

Se trata de una información que debería estar disfrutando de una cobertura internacional masiva, pero no es el caso.

(…) Durante varios años, el auge y la continua invencibilidad del ISIS ha copado la información  internacional, se han escrito incontables libros al respecto, por no hablar del alud de reportajes y artículos que ha generado en la prensa de papel, en la digital y en los medios audiovisuales.

(…) ¿no debería la victoria militar en curso sobre la peor de las gentes (…) suscitar más interés mediático y más regocijo público?

Llamadme conspiranoico, pero no puedo sino pensar en que si Barack Obama siguiera en la Casa Blanca, o si el presidente de EEUU fuera hoy Hillary Clinton en vez de Donald Trump, sería difícil escapar al triunfalismo de los principales medios de comunicación.

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¿Hay buenas noticias en Irak y Siria? Bueno, depende de quien esté en la Casa Blanca.

Raqa es libre, aunque Donald Trump sea presidente y aunque la noticia aparezca al final de la página 24 de los periódicos de papel. Bien por los kurdos y bien por América.

El periodista italiano Giulio Meotti se muestra exultante con la derrota infligida por los kurdos al Estado Islámico en la crucial Raqa y opone el coraje y la determinación kurda y americana al apaciguamiento estéril de la UE.

Hay que poner un monumento a los kurdos, además de darles un Estado. Debemos ponerles en nuestros callejeros, nuestros poetas (…) han de escribir versos en su honor y nuestros políticos, visitarlos y ofrecerles solidaridad y contratos. Los kurdos, con la ayuda de Estados Unidos, acaban de liberar Raqa, la ciudad en la que el ISIS colgaba, crucificaba, lapidaba y planeaba matanzas de europeos.

Los kurdos han abierto sus ciudades (como Erbil) a los cristianos desplazados por los fundamentalistas islámicos. Sólo entre los kurdos encuentras voluntarios occidentales que han ido a luchar no por el califato sino contra él. El único lugar de Oriente Medio, aparte de Israel, donde hoy en día un judío puede lucir su kipá sin ser atacado es el Kurdistán.

Nueve meses después de que Trump prometiera derrotar al ISIS “de manera rápida y efectiva”, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y sus aliados kurdos tomaron Raqa, que hasta el martes era la capital del Califato. Tras ridiculizar y minimizar al ISIS (…), Barack Obama comprendió su monumental error de cálculo, pero dijo que [su derrota] “llevaría tiempo” y que sería un desafío “largo y complejo”.

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¿Y Europa, la célebre Europa multilateralista? Angela Merkel selló un pacto con los turcos de Erdogan, que están bombardeando a los kurdos, y en Francia Macron cerró filas en torno al acuerdo con Irán, la fuerza que ha expulsado a los kurdos de Kirkuk. Europa sigue presa de su síndrome de Múnich.

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¡Gracias, amigos kurdos! ¡Gracias, América!

El pasado fin de semana la rama local del EI lanzó un cohete contra Israel y perpetró un ataque contra soldados egipcios en el Sinaí. A juicio del periodista israelí Ron ben Yisai, ambos acontecimientos se enmarcan en un cambio de estrategia de la organización terrorista islamista de gran repercusión.

Estas dos operaciones tienen dos propósitos principales: el primero, demostrar que, a pesar de haber sido derrotado en sus bastiones sirio e iraquí y expulsado de ellos, el Estado islámico sigue vivo y coleando; y en segundo lugar, sabotear el acuerdo de reconciliación de Hamás con Fatah y el [acercamiento de Hamás] con Egipto.

Tanto el acuerdo de reconciliación entre las dos organizaciones palestinas como, sobre todo, el acuerdo de cooperación el con Egipto van en contra de los intereses del Estado Islámico. El cohete lanzado sobre Israel desde las inmediaciones de Gaza tenía así el objetivo de elevar la tensión y quizá llevar a una escalada y a un conflicto militar activo entre la organización terrorista [que detenta el poder en] Gaza e Israel; otro objetivo de la operación era atraer activistas que están abandonando Siria e Irak en busca de nuevas zonas de actividad.

El Estado islámico siente la necesidad de actuar contra los enemigos de su rama en el Sinaí: Egipto, que la está combatiendo con insuficiente éxito, y Hamás, que actualmente están cooperando con Egipto en un intento de aliviar la situación de los residentes en la Franja.

Lo que sucedió el domingo por la noche posiblemente marque el inicio de un traslado de la principal actividad del Estado Islámico de Siria e Irak al Sinaí. El establishment de Defensa de Israel ya se está preparando para esta posibilidad.

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Fuente: El Medio

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