Israel derribó tres drones lanzados por Hezbolá antes de que pudieran llegar a la plataforma de gas Karish de Energean.
Aviones y barcos de misiles de Israel interceptaron ayer tres drones lanzados por Hezbolá hacia la plataforma de gas Karish, que se encuentra en un área que el Líbano, y Hezbolá en particular, afirman que se encuentra en aguas económicas libanesas.
Los tres aviones no tripulados no se acercaron lo suficiente a la plataforma de gas como para ponerla en peligro y fueron derribados en territorio libanés. La plataforma se puso en marcha hace un mes.
Uno de los drones fue derribado por un avión de la Fuerza Aérea de Israel, mientras que los otros dos fueron alcanzados por misiles mar-aire Barak disparados desde INS Eilat. Los drones fueron detectados por los sistemas de defensa aérea de Israel y monitoreados durante todo su vuelo. En ningún momento representaron una amenaza real.
«Los sistemas de detección y alerta funcionaron como debían y realizaron el concepto de defensa aérea multicapa de la mejor manera posible, a través de la conducta profesional del personal en el mar y en el aire, que completó la operación de defensa con gran éxito. «, dijo el portavoz de las FDI.
Energean plc, que opera el depósito de gas de Karish, declaró: «La plataforma es segura y la rutina de trabajo en ella no se interrumpió. Como siempre, la empresa expresa plena confianza en el estado de Israel y el sistema de defensa».
Líbano: Posicionar la plataforma es una invasión del enemigo israelí
La respuesta eficiente al atroz intento de Hezbolá de atacar la plataforma de gas israelí es el producto de la rápida respuesta de las FDI a las amenazas del Líbano. Los depósitos de gas, de los cuales Karish es el más septentrional y el más cercano al Líbano, han sido defendidos durante algún tiempo por varios medios, incluidos barcos y submarinos y varios tipos de dispositivos de detección.
El intento de ataque de ayer representa un nuevo pico en la tensión entre Israel y el Líbano, luego del posicionamiento de la plataforma Karish el 5 de junio en su ubicación a unos 80 kilómetros de la costa de Haifa.
El presidente de Líbano, Michel Aoun, y el primer ministro, Najib Mikati, advirtieron en ese momento que el inicio de la producción de gas de Karish tendría consecuencias: “El posicionamiento de la plataforma representa una invasión por parte del enemigo israelí de nuestras aguas económicas. Este es un paso serio y peligroso. que es susceptible de encender tensiones cuyas consecuencias no se pueden prever».
Al mismo tiempo, el presidente libanés instruyó al ejército libanés para proporcionar información y mapas relacionados con la ubicación de la plataforma y el depósito de gas. «Las negociaciones para trazar la frontera marítima sur aún están en curso y cualquier acción en el área en disputa representa una provocación y un acto hostil».
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, emitió una amenaza más explícita antes, diciendo que el Líbano no permitiría que Israel produzca gas del depósito, que según él pertenecía al Líbano, y declarando que todas las perforaciones de Israel estaban en peligro.
Por su parte, a principios de junio, Israel advirtió a Líbano que cualquier acción contra las operaciones de gas en alta mar de Israel daría lugar a una respuesta muy severa. Los acontecimientos de ayer sin duda serán inquietantes para el enviado del presidente estadounidense Joe Biden, Amos Hochstein, quien durante el último mes ha tratado de lograr un avance en las negociaciones sobre el trazado de la frontera marítima entre Israel y el Líbano. Mientras tanto, Hezbolá ha estado tratando de presentarse como el defensor de las aguas económicas del Líbano, de ahí la operación de drones ayer.
El viernes, la embajadora de Estados Unidos en el Líbano, Dorothy Shea, se reunió con el presidente Aoun y lo actualizó sobre las conversaciones de Hochstein con Israel, luego de una propuesta de compromiso de Aoun. No es inconcebible que Hezbolá tema un avance diplomático histórico entre Beirut y Jerusalén, y que el ataque de ayer fue un intento de frustrar tal desarrollo.
El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, dijo la semana pasada sobre las conversaciones de Hochstein con Israel: «Los intercambios fueron productivos y avanzaron en el objetivo de reducir las diferencias entre las dos partes». Elias Bou Saab, un cristiano ortodoxo griego que es vicepresidente del Parlamento del Líbano, dijo en respuesta: «El anuncio es una señal positiva».
La clave de las negociaciones está, sin embargo, en el presidente del Parlamento, que de acuerdo con la constitución libanesa es chiíta, Nabih Berri. Berri tiene reputación de pragmático, pero será puesto a prueba por la forma en que elija responder a los desarrollos en el tema de la frontera marítima. En una situación en la que Aoun y Mikati están de un lado y Hezbolá del otro, ¿se pondrá del lado del liderazgo sunita y cristiano? Es demasiado pronto para decirlo.
Fuente: Globes.il- Traducido por UnidosxIsrael
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