Los ideólogos turcos vinculados a los partidos de izquierda querían un cambio profundo en el sistema político, una nueva República que diera cumplimiento a sus aspiraciones democráticas. La paradoja a la que se refiere la analista Nuray Mert aquí es que ese cambio está teniendo lugar… en clave conservadora y autoritaria.
Turquía es hoy en día un peculiar sistema presidencial de facto en el que sólo cuenta el poder del presidente, Recep Tayyip Erdogan. De hecho, la llamada ‘nueva república’ no es más que un nuevo régimen definido por el culto al presidente Erdogan. Sus partidarios lo ven no sólo como la personificación de la voluntad nacional, sino como la encarnación de una misión histórica y religiosa. En consecuencia, la definición nacional de amigo y enemigo está determinada por la aceptación o negación de su voluntad. Ya no se trata de la independencia judicial y la separación de poderes, desde el momento en que las leyes son aplicadas de acuerdo con esta nueva definición de crimen y castigo.
El líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, jeque Yusuf al Qaradawi, ha aprovechado el aniversario de la Declaración Balfour para volver a incitar a la violencia contra el Estado judío. A pesar de su pésimo historial, sigue estando considerado un musulmán moderado por Occidente, denuncia Steven Emerson, del Investigative Project on Terrorism.
A pesar de su retórica incendiaria, Qaradawi es falsariamente aclamado como un moderado por los islamistas y sus seguidores en EEUU y Europa.
Qaradawi ha llamado a los musulmanes de todo el mundo a tomar las armas contra Israel en numerosas ocasiones (…) En 2014 escribió: “Por la mezquita Al Aqsa, la sangre correrá y los musulmanes consumirán sus vidas, dinero e hijos”.
También citó un hadiz apocalíptico invocado a menudo por los islamistas para incitar a los musulmanes a matar judíos:
“El Mensajero de Alá(…) dijo: La hora no llegará hasta que los musulmanes combatan a los judíos y luchen contra ellos hasta que se escondan detrás de las piedras y los árboles, y las piedras y los árboles dirán: Oh musulmán, oh servidor de Alá, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo”.
El exembajador israelí Yoram Ettinger sostiene en este artículo para Israel Hayom que la figura bíblica de Moisés y sus mandatos religiosos están en el origen fundacional de la democracia estadounidense y del Estado judío.
El legado de Moisés, el legislador definitivo, ha sido (…) parte integral de la historia cultural, ética, legal y política americana, en la que destacan los principios éticos judeo-cristianos que dieron forma a EEUU y forjaron los cimientos de su relación especial con el Estado judío. La mayoría de los americanos, desde los (…) Padres Fundadores hasta hoy, tienen a Israel en alta estima y consideran el Estado judío algo más que un simple asunto de política exterior.
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Fuente: El Medio
