Eso es al menos lo que piensan los propios israelíes, según una encuesta realizada por The Israeli Institute for Regional Foreign Policy y la Friedrich-Ebert Stiftung y de la que ha dado cuenta el Jerusalem Post.
Según este sondeo, llevado a cabo en septiembre, el 59% de los israelíes piensa que las críticas internacionales que recibe su país tienen por fundamento la israelofobia, mientras que el 34% considera que están motivadas por las políticas concretas que sigue el Estado judío.
Por otro lado, los israelíes se muestran bastante críticos con la gestión de la política exterior de su propio Gobierno, a la que dan una nota de 5 sobre 10. A juicio de los israelíes consultados, las grandes prioridades de la política exterior de su país deberían ser la mejora de las relaciones con los Estados árabes (35%), el avance en el proceso de paz con los palestinos (31%) y la lucha contra el movimiento israelófobo BDS (20%).
En otro orden de cosas, los israelíes consideran que actualmente es la Rusia de Vladímir Putin la que tiene mayor influencia en el desarrollo de los acontecimientos en Oriente Medio, muy por delante de los EEUU de Donald Trump (52% vs. 15%).
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Fuente: El Medio
