Un comité de la Iglesia Presbiteriana en América (PCA) envió una carta al presidente Joe Biden y a otros líderes del gobierno estadounidense, pidiéndoles que no promuevan las cirugías de reasignación de sexo y las intervenciones de pubertad para menores identificados como trans. La PCA, el mayor organismo de iglesias presbiterianas confesionales de América del Norte, redactó la carta de acuerdo con su creencia de que tales intervenciones son perjudiciales para los niños y contrarias al diseño de Dios para hombres y mujeres.
La carta, enviada en el 50º Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana, destaca la importancia de proteger a los niños del daño físico, mental y emocional asociado con las intervenciones médicas y quirúrgicas para cambiar de sexo. La comisión, formada tras una votación que aprobó una petición para instar al gobierno a renunciar a tales procedimientos para menores, destaca que los intentos médicos de cambiar el sexo de una persona son imposibles y pueden causar sufrimiento adicional.
La comisión basa su petición en la doctrina cristiana de que todos los seres humanos son creados a imagen de Dios, enfatizando la dignidad inherente de cada persona. La carta destaca las complejidades que rodean el tema, pero enfatiza la importancia de proteger las vidas y el bienestar de los menores que sufren de disforia de género. La PCA sostiene que las intervenciones quirúrgicas para cambiar el sexo de los niños van en contra del diseño de Dios y pueden provocar efectos nocivos, como esterilidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
La comisión reconoce las controversias y diferentes opiniones al respecto, pero basa su llamamiento en la creencia de que todas las vidas tienen un valor intrínseco, determinado por Dios. La carta destaca la preocupación especial de la iglesia por los niños y pide a los líderes gubernamentales que utilicen sus cargos para promover la salud, la integridad corporal y el bienestar de los menores que enfrentan disforia de género.
Al presentar esta petición, la PCA reconoce que tal acto es inusual, pero cree que las intervenciones transgénero para menores apoyadas por la administración Biden constituyen un “caso extraordinario”. La carta enfatiza la necesidad de proteger a los niños de daños irreversibles e injusticias, y pide que se evite la práctica del cambio de sexo quirúrgico y médico, especialmente en menores.
La PCA, conocida por sus posiciones conservadoras, destaca la importancia de esperar y permitir que los niños progresen naturalmente durante la pubertad antes de considerar intervenciones médicas. La carta concluye con un llamado a la humildad, solicitando la protección de la vida y el bienestar de los menores en relación con las intervenciones de cambio de sexo.
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