El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un comunicado el domingo condenando las “graves violaciones de los derechos humanos” después de que las fuerzas de seguridad birmanas dispararan artillería pesada contra una ciudad en el estado predominantemente cristiano de Chin, incendiando al menos 100 casas y dos iglesias. El ataque fue en represalia después de que una milicia chin disparó y mató a un soldado birmano que estaba irrumpiendo en casas y saqueando propiedades, según un informe.
En su declaración , el Departamento de Estado dijo que el ejército birmano debe rendir cuentas:
Estados Unidos está profundamente preocupado por los informes de graves violaciones de los derechos humanos que las fuerzas de seguridad birmanas han perpetrado en el estado de Chin, incluidos los informes de que las fuerzas han incendiado y destruido más de 100 residencias e iglesias cristianas. Condenamos acciones tan brutales del régimen birmano contra las personas, sus hogares y lugares de culto, lo que pone al descubierto el total desprecio del régimen por la vida y el bienestar del pueblo de Birmania. Estos aborrecibles ataques subrayan la urgente necesidad de que la comunidad internacional exija a las fuerzas armadas birmanas y adopte medidas para prevenir graves violaciones y abusos de los derechos humanos, incluso impidiendo la transferencia de armas a las fuerzas armadas.
También estamos profundamente preocupados por la intensificación de las operaciones militares de las fuerzas de seguridad birmanas en varias partes del país, incluido el estado de Chin y la región de Sagaing. Hacemos un llamado al régimen para que cese inmediatamente la violencia, libere a todos los detenidos injustamente y restaure el camino de Birmania hacia una democracia inclusiva.
Seguiremos promoviendo la rendición de cuentas por la terrible violencia que ha perpetrado y sigue perpetrando el régimen contra el pueblo de Birmania. Continuaremos apoyando al pueblo de Birmania y a todos aquellos que trabajan para restaurar el camino democrático de Birmania y una solución pacífica a la crisis.
Casi 10,000 residentes de la ciudad de Thantlang huyeron del área mientras el fuego continuaba, informó el organismo de control de persecución con sede en Estados Unidos, International Christian Concern .
El ejército del país del sudeste asiático, conocido localmente como Tatmadaw, comenzó a atacar el viernes por la mañana después de que la milicia, Chinland Defense Force, matara a un soldado del Tatmadaw mientras saqueaba propiedades.
La presencia del ejército nacionalista budista pone nerviosos a civiles y milicias en estados asolados por conflictos. El ejército ha sido acusado de vandalizar lugares de culto y hogares de civiles, violar a niñas y mujeres, secuestrar a civiles para realizar trabajos forzados y matar a tiros a civiles.
ICC citó a la Organización de Derechos Humanos Chin con sede en India diciendo que varios edificios religiosos, incluida la Iglesia en la Roca, la Iglesia Presbiteriana y un edificio adjunto a la Iglesia Bautista Thantlang, la congregación más grande de la ciudad, también se incendiaron.
“Los primeros cohetes que se lanzaron contra la ciudad aterrizaron en las entradas de la Iglesia Bautista Thantlang”, dijo ICC.
A principios de este mes, los militares, que dieron un golpe de estado el 1 de febrero, atacaron la aldea de Rialti cerca de la capital del estado de Chin, Hakha, informó Radio Free Asia en ese momento.
“Vemos esto como un crimen de guerra porque dondequiera que vayan, se concentran en cualquier lugar donde haya un gran número de personas, es una violación deliberada de la libertad religiosa”, dijo Salai Za Op Lin, subdirector ejecutivo de CHRO, en ese momento.
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