Un recluso de Texas condenado a muerte por un homicidio en 2004 ha pedido a los funcionarios de la prisión estatal que permitan a su pastor imponerle las manos mientras muere por una inyección letal.
La ejecución de John Henry Ramírez, de 37 años, está programada para el 8 de septiembre, pero sus abogados dijeron en una demanda federal presentada el martes en Corpus Christi que los funcionarios de la prisión estatal habían negado su petición de que su pastor le impusiera las manos mientras moría.
La demanda pedía a un juez federal que permitiera a Dana Moore, pastor de la Segunda Iglesia Bautista, una congregación de Corpus Christi de unos 200 fieles, estar presente en la cámara de la muerte en su ejecución e imponerle las manos mientras Ramírez muere. En la demanda se afirma que Moore ha estado atendiendo a Ramírez durante cinco años.
Funcionarios del Departamento de Justicia Penal de Texas, que gestiona el sistema penitenciario estatal de Texas, no hicieron ningún comentario, dijo un portavoz del departamento citado por la AP.
La demanda cita una orden del Tribunal Supremo de Estados Unidos de 2019 que suspendió la ejecución de Patrick Murphy a menos que se permitiera que el guía espiritual budista del recluso acompañara a Murphy en la cámara de ejecución de Texas. Murphy, que forma parte de la banda de los “7 de Texas”, condenados por matar a un policía de los suburbios de Dallas, no ha recibido una nueva fecha de ejecución.
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