Él tiene 83 años, pero sigue activo. El pastor Samuel sabe que aún queda mucho por hacer en su antigua aldea, en Pakistán. Es que se fue a la ciudad desde hace 26 años, pero no dejó de ayudar a sus compatriotas.
“Todos los cristianos que podían marcharse. Nuestra lucha por la independencia era larga. Los británicos se fueron, los indios ya no nos dieron tantos problemas. Los misioneros también fueron expulsados del país. Con eso, la persecución se estaba volviendo hacia nosotros. Nos quedamos cansados del aislamiento y partimos a la ciudad “, dijo a puertas abiertas.
Muchos de los cristianos fueron a la iglesia fuera de la aldea, pero los más jóvenes fueron obligados a trabajar durante el día para mantener casas y alojamientos. Ellos también necesitaban sostener a sus familias y llevar el alimento a la mesa.
Con el trabajo arduo, algunos cristianos fueron vencidos por el alcoholismo para olvidar los dolores. Con el empeoramiento de ese vicio, los jóvenes se convirtieron en una carga para los miembros de la familia que trabajaban.
En esa área rural, casi todas las familias cristianas tienen al menos uno o más dependientes tóxicos o alcohólicos. Además, para empeorar la situación, hay más de una mujer en cada casa que ha sido amenazada de abuso o ha sido abusada.
A pesar de este escenario, nadie se atreve a informar a la policía. Ellos necesitan trabajar y están obligados a hacer lo que se les pide para sobrevivir.
Y así, el pastor Samuel refuerza su misión, sin olvidar a los cristianos de su aldea. Junto con un grupo de cristianos más jóvenes, él entrena y da apoyo financiero a sus ministerios.
“Queremos estar al lado de los cristianos y enseñar la Biblia para ellos. Ellos tienen que descubrir que no hay sólo falsa esperanza en este mundo, la verdadera esperanza se puede encontrar en Jesús. Si ellos lo conocen, eso dará otro significado a su vida “, finalizo el pastor.
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
