Unesco. Aguinis: “La resolución de la UNESCO, una deformación grosera de la historia”

No estoy sorprendido por la votación de la UNESCO, sino escandalizado. El mundo cristiano en todas sus denominaciones debería estar acosado por el vómito debido a la resolución que tomó la UNESCO, negando la verdadera historia que engrandece a Jerusalem y la convirtió durante tanto tiempo en el centro del universo. 


No hay que olvidar que Jesús fue crucificado debajo de un cartelito que decía: “Jesús Nazareno rey de los judíos”. Fue crucificado como rey de los judíos, en la capital de los judíos, que es Jerusalem. La capital de la ocupación romana estaba en Cesárea, no en Jerusalem. Para todo cristiano Jerusalem es judía, porque Jesús, el rey de los judíos, fue crucificado en Jerusalem.

Además, en Jerusalem estuvo el templo de Salomón, mucho antes de que naciera el cristianismo y mucho antes, por supuesto, de que naciera el Islam. Esta es una deformación grosera de la historia, una agresión extraordinaria, increíble, cargada de absurdo, como fue el prejuicio racial para quitarle a Jerusalem sus verdaderos méritos como la sede espiritual de las tres religiones monoteístas. Empezó siendo la capital del monoteísmo judío, después la capital del monoteísmo cristiano y finalmente la capital del monoteísmo musulmán. Este último relativamente, porque la capital del monoteísmo musulmán está en La Meca.

Hay un huevo en la serpiente en esto, la serpiente que no ha muerto y que sigue. El antisemitismo ha crecido de una manera impresionante en los últimos tiempos. Al principio con algún pudor, porque se encubría de antiisraelismo y antisionismo. Ahora ya es directamente antisemitismo, judeofobia. Por ejemplo, en Múnich se cerró un tradicional restaurante llamado “Shmok” por amenazas antisemitas. Nada menos que en Múnich, que en Alemania, que aparentemente el antisemitismo fue erradicado de una manera mucho más intensa que en otros países de Europa.

Argentina se abstuvo, México votó en contra. Tengo una mirada muy triste, muy negativa, porque Latinoamérica olvida que es un continente fundamentalmente cristiano, y quitar el carácter histórico, legítimo de Jerusalem como capital del judaísmo, donde están las raíces del cristianismo, es negarse a sí mismas: es haberse sometido a la arbitrariedad de la agresividad musulmana.

 

 

Fuente: AJN

 

Fuente: Unidos x Israel

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