Un paso en la dirección correcta

AFP

El cambio de política comenzó en 2012 cuando el Senador Mark Kirk (R-IL) aprobó una enmienda a la Ley de Asistencia Exterior de los Estados Unidos que requiere que el Departamento de Estado prepare un informe sobre el número real de refugiados palestinos, distinguiendo a los refugiados originales, solo algunos a quienes se puede considerar refugiados, de sus descendientes, que según cualquier definición internacional ya no se consideran refugiados.

La iniciativa para enmendar la ley fue la de la Dr. Einat Wilf, entonces miembro del Partido Laborista. Incluso entonces, como ahora, hubo una disputa sobre la iniciativa, que no tenía nada que ver con la constante y agotadora disputa entre “izquierda” y “derecha”.

Wilf dejó en claro que también estaba en contra de la continuación de la construcción en los asentamientos y en contra del continuo otorgamiento de la condición de refugiado a los descendientes de los refugiados, porque ambas cosas perjudicaban las perspectivas de paz.

Incluso entonces, el escalón más alto del establecimiento de defensa adoptó una postura vacilante. Amos Gilad, el jefe de la oficina diplomática del Ministerio de Defensa, escribió en su momento: “Minimizar el problema de los refugiados es un claro interés de Israel. Al mismo tiempo, UNRWA juega un papel importante en la asistencia a la población palestina … evitemos una situación que pondrá en peligro la continuación de esa ayuda que beneficia a Israel “. La posición de Israel no ha cambiado desde entonces.

El Departamento de Estado preparó el informe tal como lo exige la enmienda, pero durante la administración de John Kerry como secretario de Estado y Barack Obama como presidente, el informe se clasificó.

Se puede suponer que el escalón más alto de la administración estadounidense no quiso causar una conmoción cuando se conoció el número real de refugiados.

El número oficial de refugiados según el OOPS es de 5,3 millones. El número real, sin descendientes, es entre 20 y 30,000 personas como máximo, porque a algunos de ellos se les ha otorgado la ciudadanía, por ejemplo en Jordania y otros se han establecido financieramente, por lo que según la definición de la ONU no son refugiados.

Por lo tanto, el número real de refugiados, según la definición convencional, es de unos pocos miles. En cualquier caso, la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU trata con ellos, y solo con ellos, y no con descendientes de segunda y tercera generación.

El llamado “problema de los refugiados palestinos” se habría resuelto si solo se hubieran implementado procedimientos estándar de refugiados con los palestinos también.

El temor de los funcionarios de seguridad a un vacío que sería ocupado por Hamas si UNRWA abandona la Franja de Gaza es un poco extraño, porque en cualquier caso, en las recientes elecciones para las instituciones del UNRWA, en el que votaron casi 11.500 empleados de la organización , la “Lista profesional” asociada a Hamas ganó una aplastante victoria. A pesar de todas las negaciones, la educación en las instituciones de UNRWA produce principalmente activistas de Hamas.

Estados Unidos podría haber hecho el cambio de una manera un poco más coordinada, pero la dirección es correcta. Después de casi 70 años de la gran estafa de refugiados, ha llegado el momento de un cambio.

El cese de la ayuda estadounidense no hará que desaparezca el problema de los refugiados. La transición del fomento de los refugiados a su rehabilitación debe ser un esfuerzo internacional gradual y coordinado. Pero está absolutamente claro que mientras la organización sea el principal instrumento para perpetuar el problema de los refugiados y alimentar la fantasía de retorno, el problema es UNRWA. No es la solución.