El multimillonario Henry Sy Jr., de 67 años, contó su testimonio de conversión al cristianismo el domingo pasado (30) durante la celebración de cumpleaños en línea de la iglesia Christ’s Commission Fellowship que es miembro en Filipinas.
Henry Sy Jr. es co-vicepresidente de SM Investments, un gran conglomerado fundado por su difunto padre, Henry Sy, quien fue considerado el más rico de Filipinas durante 11 años consecutivos y se ubicó en el puesto 52 en la lista de multimillonarios del mundo por Forbes. en 2018.
En un video de cuatro minutos, Sy dijo que la búsqueda desenfrenada de más negocios lo llevó a una vida de pecado, pero la pandemia de Covid-19 lo hizo reflexionar sobre algunos temas y lo acercó más a Dios.
“Nos capacitaron desde una edad temprana para ganar dinero y ser los mejores en los negocios”, dijo Sy. “Con el tiempo, nuestra empresa familiar creció cada vez más, hasta convertirse en uno de los conglomerados más grandes de Filipinas. Junto con estos éxitos vinieron todas las adicciones pecaminosas y estilos de vida que pensé que eran normales para un chico como yo ”.
Sy trató de justificar su comportamiento, pensando que mientras no cometiera “pecados graves”, como asesinato o violación, sería salvo y aceptado en el Reino de Dios.
“Ni siquiera me di cuenta del concepto del infierno y del juicio eterno, porque pensé que mientras no violara, matara o cometiera pecados graves, mientras pensara que soy una buena persona, Dios entenderá y me dejará entrar en Su Reino. “, dijo.
Sin embargo, un versículo de la Biblia hizo que el multimillonario se diera cuenta de que su patrimonio neto de $ 2.2 mil millones no podía salvarlo a él, solo a Dios. El texto que lo hizo reflexionar se encuentra en Marcos 8:36, que dice: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma?”
“Solo Jesús pudo cambiar mi vida del terrible pecador que era”, agregó. “A través de estudios bíblicos semanales, aprendí que solo puedo salvar mi alma por la gracia de Dios. Esto no se puede ganar ni merecer ”.
El multimillonario se arrepintió de sus pecados y entregó su vida a Cristo. Su movimiento atrajo a su familia a una relación más profunda con Dios y hoy anima a otros a caminar con Jesús.
“Me di cuenta de que mi estilo de vida pecaminoso solo puede ser perdonado y sanado por Cristo, nuestro Salvador, mediante Su muerte y el derramamiento de Su sangre. Dios me ayudó a arrepentirme y aceptar su precioso regalo del perdón, y entregué mi vida a Jesús ”, dijo Sy.
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