Bajo órdenes del Mossad, Micha Maor se metió en la oficina del fiscal general en Alemania y fotografió documentos que probaban que Eichmann había estado involucrado en la Solución Final.
La historia de la vida del sobreviviente del Holocausto Micha Maor, de 84 años, está entretejida con la del Estado de Israel. Soñaba con ser fotógrafo, pero se recordaba principalmente como el hombre que fotografió los documentos que ayudaron a condenar a Adolf Eichmann.
“Hay muchos sobrevivientes del Holocausto que han contribuido mucho al Estado de Israel, y estoy contento de que yo sea uno de ellos”, dijo Maor.
Maor nació en Alemania en 1933. Durante el Holocausto, fue encarcelado en un campo de concentración en Yugoslavia e inmigró a Israel inmediatamente después de la guerra, en junio de 1945.
Después de diez días en el campo de Atlit, comenzó una carrera militar, sirviendo al mítico Rafael “Raful” Eitan. Después de su liberación del ejército, decidió estudiar fotografía en Alemania. Pero entonces, el Mossad cambió su vida.
“El estado lo reclutó al Mossad y le asignó una tarea muy interesante: acceder furtivamente a la oficina del Dr. Fritz Bauer, Fiscal de Hessen, Alemania”, dijo el Dr. Tal Misgav, un historiador de la Policía Fronteriza y comandante del Museo Militar. “Fotografió documentos relacionados con Eichmann y los documentos adicionales que fotografió permitieron probar inequívocamente la implicación de Eichmann en la Solución Final, sin los cuales no se hubiera podido probar plenamente que era Eichmann.
Maor dijo que al principio no sabía que había sido reclutado por el Mossad cuando estaba en Alemania, ya que le sugirieron que trabajara por primera vez en el laboratorio de fotografía, que posteriormente dirigió. “Llevé algunos recados y todavía no sabía que eran para el Mossad”, recordó.
“Un día, en 1960, el director general del Mossad, con sede en Alemania, me llamó y me asignó una tarea: infiltrarme en la oficina del fiscal alemán en Frankfurt y en la oficina del Dr. Fritz Bauer, que era el fiscal del distrito. ”
El director general describió la habitación a Maor en detalle meticuloso. “Me dijo que iba a encontrar dos carpetas en su escritorio, que tenía que fotografiar. No sabía exactamente cuál era la misión … Tomé un tren a Frankfurt con un maletín de James Bond equipado con una cámara Leica, un flash, linterna, rollos de películas, etc. A pesar de que no tenía preparación previa, yo era oficial de paracaidistas, entrenado en armas y en Krav Maga. Yo era atleta y no tenía miedo de nada”.
Maor entró en la oficina del abogado, donde comenzó a fotocopiar los documentos. No sabía lo que estaba copiando, pero se dio cuenta del cuadro de Eichmann. “Yo no sabía que era él, pero estaba escrito, ‘Obersturmmann Fuhrer Adolf Eichmann’. Cualquier otra persona que haya pasado por el Holocausto … se habría derrumbado allí mismo, no leí, tomaba fotos, encontré muchas suásticas, muchas firmas de infames oficiales de las SS. Por lo que recuerdo, también tenía un documento de Adolf Hitler, imagínate, un judío, sobreviviente del Holocausto, tocando un auténtico documento de Hitler, y fotografiándolo”.
Después de quince minutos, Maor percibió a alguien en la puerta. “Fue la doncella quien se detuvo junto a la puerta, vi la silueta de sus zapatos, esos fueron los segundos más largos de mi vida, inmediatamente empaqué mi equipo, estaba tranquilo, y diez segundos más tarde, ella siguió su camino. Regresé en tren a Colonia, y esa misma noche comencé a desarrollar las imágenes que había tomado, sólo entonces comprendí la magnitud de la misión.
Maor envió por correo las fotografías a través de una oficina de correos diplomáticos, y sintió que algo estaba a punto de suceder. “Una semana o dos más tarde, Eichmann fue llevado a Israel, y luego estaba claro que estos documentos serían testimonios vivos escritos por los nazis para el juicio de Eichmann”, dijo. “Todavía lo vivo, tanto que cuando este tema salió a la luz, conté (toda la historia) a los alemanes … que también apareció en el periódico Der Spiegel … les sorprendió que un judío tuviera el coraje de entrar en la Fiscalía del Distrito y hacer este trabajo”.
Maor regresó a Israel y se unió al aparato de seguridad del joven estado. Reingresó a las FDI e incluso sirvió en el Estado Mayor de la Inteligencia Militar. Maor estableció la unidad de inteligencia de la Policía de Fronteras en Israel y hasta el día de hoy es considerado uno de los antepasados de la inteligencia de la Policía de Fronteras.
Con ocasión del Día del Recuerdo del Holocausto, Maor decidió transmitir un mensaje personal: “Cuando doy clases en las escuelas de Alemania del Este cada año sobre el Holocausto, no doy clases sobre mi sufrimiento de niño, sino que cuento la historia de una persona que salió del infierno y que contribuyó al Estado de Israel … A día de hoy, a la edad de 84 años, todavía estoy activo con la Asociación Internacional de Policía (IPA).
Fuente: ElFaro-Israel
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