¿Señales del fin? Después de tres terremotos seguidos, Afganistán se enfrenta a una grave hambruna

La situación en Afganistán se está volviendo cada vez más difícil, especialmente después de que los talibanes asumieron el gobierno. Han pasado más de 2 años desde la retirada de Estados Unidos del país.

Después vino el terror de los militantes que mataron cruelmente a muchos cristianos por insistir en seguir a Jesús en lugar de la sharia (ley islámica).

La situación económica también se deterioró en manos de terroristas que no tienen experiencia en la gestión de una nación. Con esto vinieron el hambre y la miseria, así como la falta de seguridad y de perspectivas de futuro.

Todos estos acontecimientos mencionados tienen una fuerte conexión con el fin de los tiempos y son vistos como signos por varios expertos en profecías: guerra, conflicto, imposición de una ley religiosa, pobreza y hambre.

Terremotos en Afganistán

Y las señales no terminan ahí, Afganistán también fue víctima de tres terremotos consecutivos en cuestión de pocos días. El primero tuvo lugar el 7 de octubre, el mismo día que comenzó la guerra entre Israel y Hamás.

La economía, que ya estaba en ruinas, empeoró después de los terremotos y la mayoría de los afganos están necesitados, muchos tienen hambre y no hay mucho que se pueda hacer.

Sin comercio no hay trabajo. Según Global Christian Relief (GCR), que realizó un reciente viaje al país, las condiciones son las peores: “Muchos están desesperados por ganarse la vida a través del trabajo, pero rara vez encuentran empleo e ingresos. Ya sean cristianos o musulmanes, millones de personas pasan hambre”.

Talibanes, terremotos y miseria

El equipo de GCR dice que pasaron tiempo con un ex empresario afgano que se llamará Raheel (no es su nombre real por razones de seguridad). Es miembro de una comunidad afgana local y detalló cómo las cosas han cambiado drásticamente en el país.

“Tenía una buena tienda antes del nuevo régimen. Después de la mudanza, la economía colapsó y mi tienda tuvo que cerrar. Mucha gente abandonó nuestro pueblo”, recordó.

Raheel dijo que tuvo una buena vida, pero ahora ni siquiera tiene galletas para ofrecer a sus hijos mientras lloran de hambre. “Como muchas otras familias, la familia de Raheel se ha visto obligada a racionar la poca comida disponible y está profundamente preocupada por el futuro”, explicó uno de los miembros del equipo.

“Cuando nos reunimos con los niños afganos locales, los signos de desnutrición son evidentes. Tienen círculos oscuros debajo de los ojos. Aparte del racionamiento de alimentos, el pueblo afgano tiene pocas alternativas, ya que los talibanes no pueden ofrecer ningún apoyo a las familias empobrecidas”, continuó.

“Madres desesperadas por alimentar a sus hijos”

Según el equipo, las madres afganas están desesperadas por alimentar a sus hijos hambrientos y quieren trabajar, pero los talibanes no les permiten buscar empleo u oportunidades educativas.

“Los datos filtrados de hospitales afganos indican que la desesperanza está aumentando y que el suicidio femenino va en aumento. Además, quienes inicialmente huyeron de la violencia en Afganistán al vecino Pakistán ahora están siendo expulsados ​​por la fuerza del país”, reveló.

“La policía paquistaní está arrestando a todos los extranjeros que buscan refugio ilegalmente en su país, y su objetivo es alrededor de 1,5 millones de inmigrantes afganos. Las primeras estimaciones son que 200.000 afganos que viven en Pakistán ya se han visto obligados a regresar a casa, es decir, a un país con una economía en quiebra y una sequía devastadora”, afirmó.

Los miembros del equipo de GCR piden oraciones por Raheel y por tantos otros padres que atraviesan las mismas dificultades : trauma posterior al terremoto, calamidad económica, escasez de alimentos, hambre y persecución religiosa. debido al extremismo islámico.

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