Viktor (el nombre no es real por razones de seguridad) vive una vida normal en un pequeño pueblo en Asia Central, donde trabaja en su oficio de productos alimenticios para animales.
Sin embargo, su pasado estuvo marcado por un intenso periodo en prisión que resultó en un encuentro con la Palabra de Dios.
Su primer contacto con la lectura de la Biblia para Viktor llegó a través de reflexionar sobre la vida eterna. “Yo quería vivir para siempre, mucho más de lo que quería ser liberado de esa prisión”, dijo a la organización Compass.
“Podía sentir la presencia de Dios en ese lugar, y como yo no sabia orar, sólo grite a Jesús: ‘No estoy seguro de tu existencia, tu sabes eso, pero quiero la vida eterna y quiero que nacer de nuevo.’ Y continué leyendo la Biblia “, dice.
Poco después, Viktor recibió un paquete en su celda. “Entre los detenidos, se utilizó para enviar a cada uno un par de cosas atadas en una cuerda. En ese día, recibí un pequeño paquete con drogas “, dice.
“Me senté y me preguntaba, ‘¿Qué es esto’”, continúa Viktor. “Yo sabía muy bien lo que pasaria si la utilizaba, me volvería loco. Entonces pensé, ‘Esto es la muerte.’ Entonces miré la Biblia y dije: ‘Esta es la vida.’ tire las drogas y elegía la vida “.
Desde su nueva elección, Viktor comenzó a sentirse seguro y lleno de esperanza. “Una alegría pura entró en mi corazón y nadie entiendia nada. Puedo decir que me encontré con Jesús en la cárcel “, dice.
milagro
Viktor estaba cumpliendo una sentencia de seis años, pero fue condenado por los médicos sólo un año y medio de vida debido a una grave enfermedad. “No tenía miedo porque sabía que estaba a salvo”,
Incluso enfermo, Viktor decidió abrio una especie de iglesia, donde los detenidos se reunian. “He predicado, sin saber lo que estaba haciendo y ore con otros prisioneros”, recuerda.
La transformación en la vida de Viktor fue intensa. “Me vuelvi a conectar con mi familia y fueron muy amables conmigo mientras yo estaba en la carcel.. El diagnóstico del médico fue reemplazado por una larga vida.
Después de que fui liberado, asistí a seminarios y escuelas bíblicas, trabajé para adictos a las drogas en un centro de rehabilitación y compartí la palabra de Dios con ellos. “
Hoy en día, Viktor es pastor de una iglesia de la ciudad y en la localidad en la que vive, ministra a cristianos y ahora entiende que era el plan de Dios “
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
