El rabino Kalman Samuels era un turista canadiense que visitó Israel y se enamoró del judaísmo. Tras un problema médico que afectó a su pequeño hijo, fundó la organización “Shalva”, cuya banda musical hoy es un fenómeno en Israel y el mundo.
Ynet
La primera canción que interpretó la banda Shalva en la audición del programa “The Next Star”, será difícil de olvidar para el rabino Samuels. Para él, ese fue el momento decisivo en el que su iniciativa de ayudar a las personas con discapacidad a través de la música, se convirtió en un éxito popular, y posteriormente se replicaría el suceso en Europa y el mundo: “La banda trajo luz a todo el pueblo de Israel, y las reacciones fueron sorprendentes”.
Hasta entonces, era poco probable que el rabino Samuels se involucrara en eventos televisivos, que poco tenían que ver con su estilo ultraortodoxo. Pero las circunstancias de su vida impulsaron a este hombre especial hacia nuevos caminos.
Kalman Samuels (68), es el fundador de la organización “
Shalva“, que ayuda a las personas con discapacidad en Israel, y de donde surgió la banda “Shalva”, que se ha convertido en un fenómeno internacional. Además, Samuels es padre de siete hijos, y hoy vive con su familia en Jerusalem.
Actualmente se encuentra publicando un nuevo libro llamado “Dreams I Didn’t Dream” (Sueños que no soñé), una biografía que ha estado escribiendo durante 30 años, basada en diarios en los que detallaba durante las primeras horas de la noche todo lo que iba viviendo junto a su familia, y cuenta cómo su tragedia se convirtió “en una fábrica de sueños y luces”.
El rabino Samuels nació en Vancouver, Canadá, en una familia no religiosa, “pero con rasgos de tradición”, relata. Una visita a Israel durante su adolescencia, a pedido de su madre, y antes de ir a especializarse en “cultura occidental” a Francia, lo llevó a un encuentro con el judaísmo, y derivó en siete años de estudios hasta convertirse en rabino.
Samuels se casó con Malki y la pareja tuvo dos hijos bonitos y saludables. Pero en 1977 su mundo cambió: “A los 11 meses, Yossi recibió una vacuna defectuosa, lo que le afectó de inmediato, y posteriormente se volvería ciego, sordo y muy hiperactivo”.
En medio de la adversidad, mientras Yossi crecía, los padres han tratado de enseñarle una forma de comunicarse, y en su desesperación, Malki prometió que si ocurría ese milagro, ella y su esposo dedicarían sus vidas a ayudar a los niños con necesidades especiales.
Una terapeuta llamada Shoshana Weinstock, maestra de lenguaje de señas, intentó explicarle a Yossi una tabla de palabras. Como el joven es sordo, ciego y mudo, la dificultad era mayor, pero ella no se rindió, y lo repitió hasta que finalmente la familia se dio cuenta de que Yossi tenía la capacidad de aprender a comunicarse.Para entonces, el rabino y su esposa tenían seis hijos y no contaban con mucho dinero.
“En ese momento, trabajaba en los sistemas informáticos de la Fundación de Ciencias Estados Unidos-Israel, y no sabía qué hacer. Derramamos lágrimas, pero sabía que algo haría”.”Me tomó tres años, pero un hombre judío de mi ciudad natal llamado Gordon Dayman decidió ayudarnos, darnos dinero, alquilar un apartamento y dos profesionales, y así fue cómo comenzamos”, recuerda.
La banda de la esperanzaLa organización “Shalva” ha estado operando en Jerusalem durante casi 30 años, y comenzó como un espacio suplementario para la tarde, cuando los padres se veían obligados a tratar con los niños en soledad. Hoy, ofrece una variedad de terapias, educación, recreación, deportes y bienestar, así como servicios de apoyo familiar para 2.000 niños discapacitados y sus familias.
A lo largo de los años, los métodos únicos del Centro han adquirido reconocimiento internacional, y desde todo el mundo llegan especialistas para aprender los métodos terapéuticos que se utilizan en “Shalva”.
En el 2017, se firmó una colaboración de primer nivel con Rusia: los expertos viajaron al centro nacional de la organización en Jerusalem para estudiar varios modelos de tratamiento y metodologías de programas. El proyecto continuará con la implementación guiada de dichos programas en instituciones con necesidades especiales en Rusia.
“‘Shalva’ siempre ha sido una herramienta increíble para enriquecer la vida de las personas con discapacidad en todas las áreas, y también en la música”, destaca Samuels. La banda de la institución, que comenzó a presentarse en los eventos internos y hoy es un fenómeno mundial, comenzó con Shai Ben Shoshan, que se acercó a Samuels para trabajar en conjunto: “Me dijo que podía ayudarnos con la banda a llegar lejos”.
“Comenzamos a trabajar juntos hace 14 años, al principio era algo pequeño y con el tiempo empezamos a actuar en grandes lugares”, recuerda el rabino.Samuels ve el éxito de la banda reflejado en un profundo cambio social de la población israelí hacia las personas con discapacidad: “No tenemos que caer sobre nosotros mismos todo el tiempo, siempre habrá problemas, pero la sociedad israelí es una compañía increíble”
Fuente: YnetEspañol
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