El periodista e historiador militar israelí Yoaz Hendel se muestra partidario de la independencia del Kurdistán y contrario a la independencia de Palestina, y aduce una serie de razones para demostrar que su posición no es inconsecuente.
Israel debe reconocer el establecimiento de un Kurdistán independiente, por razones tanto estratégicas como morales. La historia del Estado de Israel con los kurdos de Irak está repleta de colaboraciones en los ámbitos militar, económico y diplomático. De las ventas de armas hasta los ejercicios militares y la agricultura, Israel ha sido una significativa fuente de apoyo para esa nación perseguida. (…)
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(…) Si defiendes eso, me preguntó alguien de izquierdas el otro día, ¿por qué no apoyas la independencia de Palestina? La mejor respuesta es que [a los palestinos] no les interesa.
El sionismo inventó al pueblo palestino. A diferencia de la de los kurdos, la identidad nacional palestina se basó exclusivamente en el rechazo al sionismo. Su unidad se basa en el deseo de no ver judíos en las fronteras de 1967 o en las de 1948. El afán por la nacionalidad y la unidad se ha desarrollado –y hoy existe–, pero no lo suficiente como para renunciar al sueño de expulsar a los judíos. (…)
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La diferencia entre la [nación] kurda y la palestina radica en su capacidad para sobrevivir como Estado independiente y en el precio de esa clase de independencia. En el caso palestino, eso significa dañar la seguridad de Israel, de ahí que el interés pase por una independencia reducida, algo que quede en algún lugar entre la autonomía y el ‘Estado de mínimos’ [que ofrece] Netanyahu. En cambio, en el caso kurdo equivale a una contribución a la estabilidad regional. (…)
El Jerusalem Post se decanta editorialmente por la independencia del Kurdistán, aunque reconoce que los obstáculos podrían ser “insuperables”.
(…) la creación de un Estado kurdo independiente, idealmente mediante el diálogo y la cooperación con los poderes locales e internacionales, corregiría un error de larga data. Los kurdos, uno de los mayores pueblos sin Estado del mundo, tienen un idioma, una cultura y una historia común. Han sufrido las duplicidades de la política exterior norteamericana, la barbarie del régimen de Sadam Husein y una atroz persecución turca. Han combatido con bravura al Estado Islámico y mantenido una entidad política estable y tolerante. Esperamos que el referéndum del lunes ponga en marcha un proceso que, al final, acabe llevándoles a la estadidad.
En Hurriyet, Murat Yetkín da cuenta del gran enojo que siente el mandatario islamista turco por la celebración, el pasado lunes, del referéndum por la independencia en el Kurdistán iraquí, con cuyos dirigentes venía manteniendo una fructífera y estrecha relación.
“Nunca pensamos que Barzani cometería un error tan grave. Parece que nos equivocamos”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el 26 de septiembre, en referencia a la decisión del líder del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (GRK), Masud Barzai, de celebrar un referéndum de independencia el día 25 (…)
Asimismo, Erdogan denunció que Barzani y su gente, que han estado solicitando ayuda y consejos a Turquía sobre numerosos asuntos durante muchos años, no dijeron una sola palabra sobre su plan para la celebración de un referéndum, pese a que podría afectar gravemente a Turquía, con su muy numerosa población kurda.
“Esta decisión, tomada sin que mediara consulta o conversación alguna, es sencillamente una traición a nuestro país”, dijo Erdogan.
También admitió que él y su Partido Justicia y Desarrollo (AKP) cometieron un error al no tomar en serio la decisión de Barzani de celebrar el referéndum, en la confianza de que su fe en la asistencia que venía recibiendo de Turquía fuera más fuerte que su objetivo de conseguir un Kurdistán independiente.
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Fuente: El Medio
