El número de jóvenes que se describen a sí mismos como “sin religión” superó el número de evangélicos y católicos en el estado de São Paulo y Río de Janeiro, según las primeras encuestas de Datafolha del ciclo electoral de 2022.
A nivel nacional, la encuesta mostró que el 49% de los brasileños dicen ser católicos, el 26% evangélicos y el 14% sin religión. Según BBC Brasil, el porcentaje de personas no religiosas en el país ha ido aumentando cada década.
Según el Censo del IBGE, el 0,5% de la población brasileña en 1960 dijo no tener religión, el 6% en 1980, el 4,8% en 1991 y el 7,3% en 2000. En el Censo Demográfico de 2010, los sin religión eran el 8%.
Este año se destacó el aumento de la no religión entre los jóvenes de 16 a 24 años. A nivel nacional, ya son el 25%.
Dos estados de Brasil tenían el mayor porcentaje de jóvenes que no profesan ninguna fe: São Paulo y Río de Janeiro. En SP, los jóvenes sin religión alcanzan el 30%, superando a los evangélicos (27%), católicos (24%) y otras religiones (19%).
En Río, los jóvenes no religiosos alcanzan el 34%, superando también el número de evangélicos (32%), católicos (17%) y otras religiones (17%).
Sin religión y sin iglesia
Ser una persona “sin religión” no significa ser ateo o agnóstico. Declararse no religioso está más relacionado con no asistir a una institución religiosa.
Solo una minoría entre los no religiosos son ateos o agnósticos. Por ejemplo, en el Censo de 2010, de los 15,3 millones de brasileños que dijeron no ser religiosos, solo el 4% eran ateos y el 0,8% agnósticos.
“La mayoría de los sin religión tienen que ver con la desinstitucionalización, lo que significa que el sujeto está alejado de las instituciones religiosas, pero puede tener una cosmovisión e incluso prácticas personales informadas por creencias religiosas”, explicó la científica social Silvia Fernandes, a BBC Brasil. .
Y agregó: “Entonces este señor está sin religión porque no está vinculado a una iglesia, porque no asiste, pero puede tener creencias afines a una religión que ha tenido o tener una dimensión más pluralista de la religiosidad”, dijo la experto.
Para Fernandes, el alto número de jóvenes sin religión en los grandes centros urbanos, como São Paulo y Río, se explica por el hecho de que los jóvenes tienen contactos sociales más diversos y una variedad de fuentes de información.
“Es necesario considerar que más del 80% de la población brasileña hoy es urbana. Y, en las grandes ciudades, hay una celeridad de vida y acceso a una multitud de informaciones que colocan a la religión como una de las posibles esferas de existencia. , pero no es más determinante para la sociabilidad y el encuentro que en el mundo rural”, ponderó.
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