“Yo no valoraba mi vida, queria a las drogas mas que a mi vida “. Así es como Justin Battiste, de 44, establece el tiempo que estaba atrapado en la adicción . Sin embargo, después de que su familia pasó 25 años orando por su transformación, se entregó a Cristo, fue liberado y bautizado.
El menor de cinco hermanos, Justin siempre fue tímido y conocido por ser un buen estudiante. Sin embargo, en la adolescencia paso a querer encajar en el patrón de sus amigos. “Empecé a fumar cigarrillos y pronto ya estaba adicto. Dejé la escuela a los 15 y comence a trabajar para comprar las drogas “, recuerda.
Buscando distracción en los reventones, Justin comenzó a consumir otros tipos de drogas tales como anfetaminas, éxtasis y ácido. “Pensé que podía controlar mi consumo de drogas, pero con los años he perdio el respeto de su familia. La adicción me llevó a hospitales psiquiátricos y prisiones y casi me quite la vida en muchas ocasiones “.
Una esperanza para el cambio pensaron que pasaria después de que Justin se caso y poco después tuvieron una hija. Sin embargo, su esposa, también tenía un historial de adicción a las drogas. “Después de eso, no podía tomar el control de mi vida”, dijo.
Después de la separación de la pareja, Justin sank en el uso de la heroína, el crack y la cocaína. “Casi perdí contacto con mi familia y todo lo que me prometí que nunca haría, lo hice”, recuerda.
En rehabilitación, la vida de Justin comenzó a cambiar. “Una mañana me desperté y vi la salida del sol por la ventana. Nunca había visto algo tan hermoso y tan natural. Un cambio comenzó a suceder en mi vida y yo sabía que era porque la gente de mi iglesia oraban por mí “.
Su familia comenzó a notar su cambio y Justin pasó la Navidad y Año Nuevo en casa, libre de drogas. “Me llamó la atención el cambio que vivió en un año. Estaba viviendo en las calles sin esperanza, ahora se transformó en un padre, hijo,y hermano que ama “.
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
