Esta es la historia de Wei Mingying, una madre abnegada quién nunca perdió las esperanzas de recibir el milagro más grande que ella estaba esperando. Su hijo, Wang Shubao, desde el 2006 estaba en coma por un accidente de tránsito en Shounguang, China. Desde ese infortunio ella cuidaba él todos los días sin desmayar y con una fe inquebrantable de que Wang un día despertaría del coma.
Pero ese momento tan esperado llegó, porque después de más de una década, Wang ha despertado del coma; y aunque Wei, su madre, ha gastado todos sus ahorros y tiene una deuda por más de 20.000 euros, la felicidad de tener a su hijo de vuelta es mayor a la preocupación de saber que económicamente ya no le queda nada.
Wang durante este período de coma sólo recibió los cuidados de su madre ya que su padre murió mientras que él se encontraba atravesando ese momento de convalecencia.
Wei se levantaba muy temprano todos los días para alimentar, lavar y cuidar de su hijo, y al mismo tiempo se daba ánimo a si misma a no perder la esperanza de que su hijo pudiera recuperarse.
Esta luchadora y abnegada madre ha declarado a un canal de noticias de su localidad, Beijing, que nunca se desalentó al ver su hijo tanto tiempo sin reaccionar, al contrario, su situación era motor y pieza clave para seguir creyendo de que Wang se podría recuperar y volver a ser como era antes.
“Estoy muy feliz. Espero que se recupere por completo. Nunca me rendiré y espero que un día pueda llamarme ‘mamá’ otra vez”, decía Wei muy feliz después de que su hijo despertó del coma.
Fuente: Biblia Todo
