El comisionado del coronavirus, el profesor Salman Zarka, cree que las restricciones actuales impuestas a la vida pública son insuficientes para sofocar el brote alimentado por la variante Delta altamente agresiva.
Israel está en guerra con COVID-19 y las próximas dos semanas serán críticas en términos de política futura y un posible bloqueo, dijo el miércoles el comisionado del coronavirus, el profesor Salman Zarka, durante una audiencia del Comité de Constitución, Derecho y Justicia de la Knesset sobre las restricciones impuestas a la vida pública en un esfuerzo por sofocar el reciente brote.
Israel pudo llevar la morbilidad a niveles de un solo dígito en la primavera, levantando casi todas las restricciones a la vida pública. Sin embargo, la llegada de la variante Delta altamente agresiva provocó un aumento de la morbilidad en las últimas semanas.
Israel ha registrado 959,129 casos de coronavirus desde el inicio de la pandemia mundial en marzo de 2020, incluidas 6,708 muertes. Más de 120 personas han sucumbido a la enfermedad en la última semana, el doble de la cantidad de muertes durante todo el mes de julio y más de 15 veces más que en junio.
El Ministerio de Salud dijo que 7.832 israelíes dieron positivo por COVID-19 el martes, lo que representa una tasa de positividad del 5,6%.
El ministerio dijo que 578 pacientes se encontraban en condiciones graves, 100 de los cuales estaban conectados a ventiladores.
«La morbilidad aumenta a diario; creo que estamos en guerra», dijo Zarka. «Mirando los datos de esta mañana, no podemos cuestionar la situación. Este ‘tal vez’ significa vidas israelíes».
Al comentar sobre la posibilidad de que el bloqueo, el cuarto de Israel, se imponga durante las Altas Fiestas de septiembre, el jefe del coronavirus dijo que las semanas hasta Rosh Hashaná «son un momento crítico. Dios no lo quiera, el virus se apoderará de nosotros y tendremos que imponer un encierro como en la primera y segunda oleadas, que incluye no poder recorrer más de 100 yardas de nuestras casas, «, dijo Zarka.
Además, señaló que cree que las restricciones actuales son insuficientes, y dijo que preferiría limitar las reuniones a 50 en el interior y 100 al aire libre.
A partir del miércoles, las directivas del llamado «Pase verde» se ampliaron para incluir todas las actividades y lugares, excepto los centros comerciales y tiendas, para lo cual el «Pase púrpura: limitar el número de personas permitidas por metro cuadrado – una persona por siete metros cuadrados – se aplicará.
Bajo el sistema Green Pass, solo las personas que estén vacunadas, se hayan recuperado o se hayan sometido a una prueba rápida en las últimas 24 horas tendrán derecho a ingresar a ciertos lugares.
Una vez que más grupos de edad sean elegibles para una tercera dosis de COVID-19, los funcionarios del Ministerio de Salud planean hacerlo obligatorio para la elegibilidad del «Pase Verde».
La medida ya ha provocado controversia entre los israelíes que afirman que el gobierno no puede obligar a las personas que han sido vacunadas a recibir una vacuna de refuerzo que probablemente será ineficaz contra las nuevas variantes del coronavirus.
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
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