Las críticas al manejo de las antiguas fuerzas especiales afganas se expresan en los EE. UU.: fueron dejados atrás y arrojados a los brazos de Irán.
Según un informe reciente de EE. UU., unos 3.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas, incluidos varios oficiales superiores y fuerzas especiales afganas entrenadas por EE. UU., huyeron a Irán después de que los talibanes tomaron el poder. El congresista estadounidense Michael McCaul advirtió que estas personas podrían estar filtrando información importante sobre el entrenamiento militar estadounidense y la inteligencia estadounidense a Teherán. El republicano preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara. Un informe provisional de 115 páginas compilado por McCaul y publicado el 17 de agosto describe cuán mal preparado estaba el Departamento de Estado de EE. UU. para el rápido colapso del gobierno afgano en agosto de 2021.
En la mira de los talibanes
Voluntariamente o por coerción, los soldados de las fuerzas especiales del ejército afgano podrían transmitir valiosos conocimientos internos sobre las fuerzas armadas estadounidenses al gobierno iraní. McCaul acusa al gobierno de EE. UU. de no dar prioridad a los comandos de élite afganos para la admisión en EE. UU., a pesar de los riesgos de seguridad resultantes. Estados Unidos dice que ha sacado a casi 130.000 personas de Afganistán en los últimos días de su retirada. Pero decenas de miles de afganos que han apoyado al ejército estadounidense durante dos décadas permanecen en Afganistán.
Comandos de élite del ejército afgano lucharon junto a soldados estadounidenses
“Muchos soldados de los comandos de élite afganos han sido asesinados deliberadamente por los talibanes en los últimos meses”, dijo a DW el ex general del ejército afgano Abdul Hadi Khalid. Mucho antes de que los talibanes tomaran el poder, los islamistas militantes habían atacado en particular a las fuerzas especiales. “Fueron los soldados más valientes del ejército afgano y lucharon durante años en el frente y frustraron muchos ataques terroristas”, enfatiza Khalid. El exasesor militar del Ministerio del Interior afgano ahora vive en los EE. UU. y está preocupado por la vida de cada soldado de las fuerzas especiales. En total, son unas 30.000 personas, dice el exgeneral. No se sabe cuántos de ellos están todavía en Afganistán.
En misión extranjera para Irán
“Lucharon codo a codo con los soldados estadounidenses durante años. Ahora no solo temen por sus propias vidas, también temen por las vidas de sus familias”, dijo a DW el exdiplomático afgano Ahmad Saidi. “Aquellos que huyeron a Irán ciertamente no tenían opción ni esperanza. No solo tienen información importante, son fuerzas especiales endurecidas por la batalla. Teherán podría usarlas en las guerras de poder en la región, por ejemplo en Yemen”.
Irán apoya a la milicia chiíta hutí en Yemen. Durante más de siete años, ha estado involucrado en una guerra civil en la que Arabia Saudita apoya a los opositores de los hutíes. Irán ha utilizado militarmente a refugiados de Afganistán en el pasado. Hace diez años, Irán creó una fuerza llamada “Ejército Fatemion” para apoyar al régimen de Assad en Siria. Esta unidad está compuesta por afganos que han huido a Irán durante los últimos 40 años. A los afganos expertos que se ofrecen como voluntarios para el combate en Siria se les ofrece un salario mensual de hasta 500 dólares estadounidenses. El Ejército de Fatemion se incorporó a las Brigadas Al-Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, que son responsables de las operaciones especiales fuera de Irán.
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