“Era una vida muy loca”, dijo Martínez a la CBN News. “Tengo unos 50 amigos muertos y el resto está haciendo la vida en la prisión. Yo estaba involucrado con las pandillas desde que era niño. “Comencé en las pandillas en 1989 y lo termine en 2011”.
Martínez consideraba el crimen como una forma “normal” de vida y escapó de la muerte innumerables veces. “Yo entré en coma con 14 años de edad. Toda mi vida pasé dentro y fuera de la cárcel. “Tuve muchos encuentros con la muerte y nunca percibí que Dios me estaba protegiendo todo el tiempo”.
Sin embargo, el nacimiento de la primera hija de Martínez hizo que cambiar su visión sobre la vida. “Todo lo que siempre hice en la vida fue robar, traficar drogas y vender drogas. ¿Era ese hombre que yo sería para mi hija? ¿Cómo voy a sostenerla? “, Cuestionó en la época.
Fue en la modalidad de boxeo Bare Knuckle y en (Artes Marciales Mixtas) que él encontró un nuevo medio de sostener a su familia. “Siempre he sido bueno en la lucha. Es como un don que siempre tuve. Entonces empecé a competir con Kimbo Slice “, cuenta, refiriéndose a Kevin Ferguson, luchador de luchas callejeras.
Martínez fue alejándose del mundo de las pandillas, se convirtió en un luchador profesional y pasó a competir en diversos lugares del mundo. Pero eso no satisfacía el vacío que sentía por dentro.
Poder de la oración
Su madre, que dejó la brujería y se convirtió al cristianismo, pasó a orar fervorosamente por el hijo y vio su clamor ser respondido. “Una noche yo estaba componiendo, porque yo solía hacer música, y tuve ese encuentro con Jesucristo”, relata. “Él me dijo: ‘Te he guardado para un momento como éste. o cambias y viene a mí ahora o voy apartar mi protección de ti‘”.
Desde entonces, Martínez viene cumpliendo su llamado y llevando el Evangelio a personas que viven una realidad semejante a su pasado. “Yo clamo la restauración de las pandillas, prostitutas, traficantes de drogas. He ido a lugares donde la gente usa heroína delante sin importar quien este y voy a las prisiones. Eso es lo que Dios me dijo que hiciera. “Él dijo ir y hacer discípulos a todas las naciones”, afirma. “Dios me envió de vuelta a lugares donde yo venia”.
Muchas veces, Martínez es visto orando por los perdidos y bautizando. “Yo pongo una bañera encima de mi camioneta y los bautizo de acuerdo con Hechos 2:38, en el nombre de Jesucristo para remisión de los pecados y el don del Espíritu Santo”, comparte.
Los frutos de su ministerio son evidentes. “El espíritu de Dios atrae a la gente. Es increíble lo que Dios hace. Usted ve a las personas sacando las pistolas, entregando a sus amigos sujetando y bajando en esa agua, clamando a Jesús. Es increíble”.
Fuente Noticias Cristianas
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Fuente: Biblia Todo
