El Corán dice que Jerusalén le pertenece a los judíos

Pasajes en el Corán ilustran claramente el imperativo de los judíos a entrar en la tierra de Israel.

Por Saied Shoaaib

[Y [mencionan, Oh Mahoma], cuando Moisés le dijo a su pueblo: “Pueblo mío, recuerda el favor de Allah [Dios] sobre ustedes cuando Él designó de entre ustedes profetas y les hizo poseedores y les dio lo que no le había dado a nadie entre los mundos. Oh mi pueblo, entra en la Tierra Santa que Allah les ha asignado y no voltees y [por lo tanto] se vuelvan perdedores”. – Corán, Surah Al-Ma’idah 5:20-21.
De acuerdo a los versículos del Corán, Allah castiga a los judíos por su pecado de negarse a luchar contra los pueblos aborígenes en la tierra y Allah está enojado porque los judíos se negaron a convertirse al Islam. Sin embargo, los versículos son consistentes en su afirmación de que Allah les entrego a los judíos la Tierra Santa.

Tras el reconocimiento oficial el 6 de diciembre del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump de Jerusalén como la capital de Israel, los musulmanes de todo el mundo celebraron airadas manifestaciones y protestas, durante las cuales corearon consignas sobre Jerusalén y la “pertenencia de este a los musulmanes”. Esto debería parecer extraño para cualquier versado en las escrituras islámicas, ya que el Corán declara específicamente que Allah le prometió a los judíos la tierra de Israel, incluyendo Jerusalén.

Aunque los musulmanes comunes que pudieran no haber leído su libro sagrado pusieran muy bien ser excusados por su ignorancia sobre las raíces y los derechos judíos de Israel y de Jerusalén, no se puede decir lo mismo de los líderes de los países musulmanes, los imam y los jefes de las ilustres instituciones islámicas. Personalidades y estudiosos de ese calibre deberían saber mejor. Sin embargo, muchos de ellos repiten afirmaciones falsas que contradicen el Corán y las interpretaciones estudiosas de sus versos.

El hecho es que el Corán no menciona a Jerusalén o Palestina. Este se refiere a la santidad de los otros lugares sagrados, tales como Meca, el cual es llamado la “Madre de las Ciudades”, donde nació el Profeta Mahoma y donde la casa de Dios fue construida por Abraham, el “padre de los profetas”.

El Corán también menciona la ciudad de Yathrib [Medina], donde el Profeta Mahoma emigró luego de haber sido perseguido en Meca y la ubicación de su tumba y la Mezquita del Profeta.

Otras ciudades citadas en el Corán son Babel y Aram; y un país llamado por su nombre es Egipto. Sin embargo, no solo Palestina y Jerusalén se encuentran ausentes del texto; existe un consenso de interpretación entre los estudiosos sunitas y musulmanes chiitas más respetados de los siglos pasados, tales como Al-Tabari, Al-Qurtubi, Ibn Kazir, Ibn Abi Zayd, Mahmud Al-Alusi, Al-Baghawi, de que, según el Corán, Allah les otorgó a los judíos la tierra desde el Nilo hasta el Éufrates, territorio que incluyen no solo Jerusalén y Palestina, sino una gran parte de Egipto e Irak, y todo Jordania, Siria y el Líbano.

Los siguientes pasajes coránicos ilustran claramente el imperativo de los judíos de entrar en la tierra de Israel:

[Y [menciona, Oh Mahoma], cuando Moisés le dijo a su pueblo: “Pueblo mío, recuerda el favor de Allah [Dios] sobre ustedes cuando designó a sus profetas y les hizo poseedores y les dio lo que no le había dado a nadie de entre los mundos. Oh mi pueblo, entra en la Tierra Santa que Allah te ha asignado y no regreses y [por ende] se vuelvan perdedores”. [Surah Al-Ma’idah 5:20-21]
Estos dijeron: “Oh Moisés, de hecho existe dentro de este un pueblo de fuerza tiránica y de hecho, nunca entraremos en el hasta que se marchen, pero si lo dejan, entonces entraremos”. [Surah Al-Ma’idah 5:22]
Dos hombres de entre los que temían [desobedecer al pueblo sobre el cual] Allah le había concedido favores, dijeron: “Entren por el portón, porque cuando hayan entrado en este, serás predominante. Y en Allah confíen, si es que deberían ser creyentes”. [Surah Al-Ma’idah 5:23]
[Los israelitas] dijeron: “Oh Moisés, de hecho no entraremos en este, siempre y cuando estén dentro de el, así que ve, tú y tu Señor y pelea. De hecho, nos quedaremos justo aquí”. [Surah Al-Ma’idah 5:23]
[Los israelitas] dijeron: “Oh Moisés, de hecho no entraremos en este, siempre y cuando estén dentro de el, así que ve, tú y tu Señor y pelea. De hecho, nos quedamos justo aquí”. [Surah Al-Ma’idah 5:24]
[Moisés] dijo: “Mi Señor, de hecho no poseo sino a mi persona y a mi hermano, así que sepáranos de aquellos que nos desafían desobedientemente”. [Surah Al-Ma’idah 5:25]
[Allah] dijo: “Entonces de hecho, les está prohibido durante cuarenta años [en el que] deambularán a través de la tierra. Así que no se entristezcan por los que desafían y desobedecen”. [Surah Al-Ma’idah 5:26]

De acuerdo a los versículos anteriores, Allah castiga a los judíos por su pecado de negarse a luchar contra los pueblos aborígenes en la tierra. Y Allah está enojado porque los judíos se negaron a convertirse al Islam. El Corán es aún más severo con los judíos al contar las historias de las batallas de Mahoma contra estos. Sin embargo, los versículos son consistentes en su afirmación de que Allah les concedió la Tierra Santa a los judíos.

La razón por la cual esto es relevante hoy día es que expone la hipocresía de aquellos musulmanes radicales que dicen creer y adherirse a la letra y palabra del Corán, sin embargo, utilizan la afirmación de que Palestina y Jerusalén son lugares islámicos para sus fines políticos y de propaganda.

Esto no quiere decir que debido a que la tierra de Israel fue un regalo divino a los judíos, estos por ende tienen todos los derechos a ello. Por el contrario, ninguna paz futura entre israelíes y palestinos, que residan allí, será o debería ser determinada por las escrituras. Esta proclamación, sin embargo, es una buena razón para dejar de citarla de manera equivoca.

Saied Shoaaib es escritor e investigador musulmán, especializado en movimientos islámicos. Es autor del libro recientemente publicado, SUMISIÓN: El peligro del Islam político en Canadá, con una advertencia a los Estados Unidos, escrito con los coautores Tom Quiggin, Tahir Gora, Jonathon Cotler y Rick Gill junto a un prólogo de Raheel Raza.