En la mañana del pasado viernes en la Penitenciaría Estatal de regaliz, es la mas grande de Río Grande del Norte de Brasil, treinta y nueve reclusos fueron bautizados en un tanque de agua. La prisión alberga a 1.140 reclusos en la actualidad.
El servicio especial se llevó a cabo por los pastores de las Asambleas de Dios, que desde hace años hacen visitas al lugar. Los detenidos que fueron designados ministros dentro de los servicios de prisiones, después de llevar a cabo el proceso de evangelización que dura unos seis meses.
“Estamos haciendo todo lo que el Señor nos mandó, tomando la palabra del amor, la misericordia, el perdón y sobre todo la rehabilitación, que muestra que hay un Dios que los ama y que puede volver a escribir sus historias”, dice el pastor Hilton Andrade, quien llevó a cabo la ceremonia en la prisión.
Entre los bautizados hay hombres que han cometido varios delitos, pero desean vivir una vida diferente. “Encontramos fe”, dijo un ex detenido que ahora representa a la iglesia en la cárcel.
Un poco antes de realizar el bautismo, el pastor Hilton Andrade habló sobre el significado del bautismo y comentó sobre lo que está naciendo de nuevo. “El Evangelio ofrece un cambio de actitud y el comportamiento de estos hombres”,dijo.
Los detenidos ya bautizados y otros observadores llenaron el patio delante del pabellón 1 de regaliz. En medio de la celebración cantaron alabanzas y muchos lloraron. “El acto del bautismo simboliza que la persona pasa a formar parte del cuerpo de Cristo. Cuando uno es bautizado, que se va lo viejo y se convierte en una persona renovada,” dijo el pastor.
“Ahora tienen una nueva familia, que es la iglesia, que los abraza en una sociedad donde sufren perjuicio“, dice Hilton, que también hizo hincapié en los buenos resultados con los participantes del proyecto. “La gran mayoría de los cambios de la vida sí, nos damos cuenta que Dios toca su corazón.“
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
