La declaración trilateral parece respaldar una pausa en los combates para proteger a los civiles de Gaza que conducirá a una tregua a largo plazo y advierte contra una ofensiva terrestre «potencialmente catastrófica» en Rafah.
Los líderes de Australia, Canadá y Nueva Zelanda se sumaron a los crecientes llamados para que Israel dé marcha atrás en una ofensiva terrestre planeada en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, instando a un “alto el fuego humanitario”, al tiempo que expresaron esperanzas de un fin a largo plazo de las hostilidades.
Una declaración conjunta del trío de naciones de la Commonwealth pareció alinearse con los esfuerzos de Estados Unidos para garantizar una pausa humanitaria en los combates que permitiría la liberación de rehenes y eventualmente podría conducir al fin de la guerra en Gaza provocada por el devastador ataque del grupo terrorista Hamas el 7 de octubre contra el sur de Israel.
Instando al primer ministro Benjamín Netanyahu a “no seguir este camino”, la declaración del primer ministro australiano Anthony Albanese, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el primer ministro neozelandés Christopher Luxon amplificó un coro de llamados internacionales para que Israel reconsidere la toma de Rafah, una medida dijo que sería “catastrófico” y aumentaría el respaldo global a un alto el fuego.
El comentario pareció marcar un cambio respecto del apoyo anterior a Israel para defenderse expulsando a Hamas del poder, aunque el llamado a un “alto el fuego humanitario” pareció no llegar a instar a Israel a poner fin a los combates sin lograr su objetivo de destruir al grupo terrorista, que gobierna Gaza.
“Se necesita urgentemente un alto el fuego humanitario inmediato. Los rehenes deben ser liberados. La necesidad de asistencia humanitaria en Gaza nunca ha sido mayor. Se debe proporcionar a los civiles ayuda humanitaria rápida, segura y sin obstáculos”, se lee en el comunicado.
Añadió que “es necesario un alto el fuego sostenible para encontrar un camino que garantice una paz duradera para israelíes y palestinos”.
Los primeros ministros también pidieron a Hamás que abandone los combates y libere a unos 134 rehenes que mantiene en Gaza.
«Cualquier alto el fuego no puede ser unilateral», decía el comunicado.
La declaración de preocupación sobre Rafah específicamente, donde más de la mitad de la población del enclave ha buscado refugio, se unió a sentimientos similares de Alemania y Francia el miércoles, mientras que Netanyahu prometió continuar con el esfuerzo para eliminar a Hamás.
«Lucharemos hasta la victoria completa y esto incluye también una acción poderosa en Rafah, después de que permitamos que la población civil abandone las zonas de batalla», dijo el primer ministro en una declaración hebrea en Telegram el miércoles.
El miércoles, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que Estados Unidos estaba “buscando una pausa temporal como parte del acuerdo de rehenes, y luego convertir eso en algo más duradero”.
Sin embargo, evitó llamar a ese “algo” un alto el fuego cuando lo presionaron durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. En privado, la administración está tratando de convertir cualquier pausa temporal en una permanente, dijo la semana pasada un alto funcionario estadounidense al Times of Israel.
“Cómo se ve eso exactamente, en qué parámetros, dónde encaja Hamás en todo eso, son cosas que vamos a tener que resolver con nuestros socios en Israel y con otros”, añadió Sullivan.
La guerra estalló en Gaza después de la masacre de Hamás del 7 de octubre, en la que miles de terroristas irrumpieron en Israel por tierra, aire y mar, mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 253, en su mayoría civiles, muchos de ellos en medio de horribles actos de brutalidad y agresión sexual.
Prometiendo destruir las capacidades militares y de gobierno del grupo terrorista y asegurar la liberación de los rehenes, Israel lanzó una campaña a gran escala en la que las autoridades de Gaza dicen que más de 28.000 personas han muerto. Estas cifras no pueden verificarse de forma independiente y se cree que incluyen tanto a civiles como a miembros de Hamás muertos en Gaza, incluso como consecuencia de fallos de lanzamiento de cohetes por parte de los propios grupos terroristas. Las FDI dicen que mataron a más de 10.000 agentes en Gaza, además de unos 1.000 terroristas dentro de Israel el 7 de octubre.
Los líderes israelíes han dicho que el objetivo de desmantelar a Hamás no puede lograrse sin limpiar a Rafah de terroristas y destruir los presuntos túneles de contrabando bajo la frontera con Egipto.
El martes, el Wall Street Journal informó que Israel había elaborado un plan de evacuación de Rafah para civiles a lo largo de la costa, que prevé 15 sitios con 25.000 tiendas cada uno en toda Gaza, desde el extremo sur de la ciudad de Gaza hasta el área de Al Mawasi al norte de Rafá.
Se cree que algunos de los rehenes secuestrados por grupos terroristas en Gaza el 7 de octubre están retenidos en la zona, después de que las fuerzas especiales israelíes rescataran a dos rehenes del cautiverio de Hamas en Rafah el lunes temprano.
La declaración del miércoles de Australia, Canadá y Nueva Zelanda no mencionó la eliminación del grupo terrorista del poder, como lo hizo una declaración trilateral en diciembre, sino que se centró en los civiles de Rafah.
“Israel debe escuchar a sus amigos y debe escuchar a la comunidad internacional. La protección de los civiles es primordial y un requisito según el derecho internacional humanitario. No se puede obligar a los civiles palestinos a pagar el precio de derrotar a Hamás”, declararon los países.
“Una operación militar ampliada sería devastadora. Instamos al gobierno israelí a no seguir este camino. Simplemente no hay ningún otro lugar al que puedan ir los civiles”.
También hizo mención específica de un fallo de la Corte Internacional de Justicia que ordena a Israel aumentar el flujo de ayuda humanitaria a la Franja, como parte de un caso presentado por Sudáfrica acusando a Israel de genocidio que Jerusalén ha desestimado como un “libelo de sangre”. «
«Las decisiones de la Corte sobre medidas provisionales son vinculantes», señaló.
Se dice que los mediadores en Egipto están compitiendo para asegurar un alto el fuego antes de que Israel continúe con su planeada operación terrestre a gran escala en Rafah.
La declaración se produjo cuando Israel descartó enviar una delegación para nuevas negociaciones sobre rehenes en El Cairo hasta que Hamas retire sus demandas “delirantes”, incluidas medidas hacia un alto el fuego permanente, una retirada de tropas de Gaza, la reconstrucción del enclave y la liberación de unos 1.500 soldados. Prisioneros palestinos, entre ellos numerosos asesinos convictos y autores intelectuales del terrorismo, a cambio de los rehenes restantes tomados el 7 de octubre.
Se cree que 130 rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre permanecen en Gaza (no todos vivos) después de que 105 civiles fueron liberados del cautiverio de Hamás durante una tregua de una semana a finales de noviembre, y cuatro rehenes fueron liberados antes de eso. Tres rehenes han sido rescatados con vida por tropas y también se han recuperado los cuerpos de 11 rehenes, incluidos tres asesinados por error por los militares. Las FDI han confirmado la muerte de 29 de los que aún están retenidos por Hamás, citando nuevos datos de inteligencia y hallazgos obtenidos por las tropas que operan en Gaza. Una persona más figura como desaparecida desde el 7 de octubre y aún se desconoce su suerte.
Hamás también retiene los cuerpos de los soldados caídos de las FDI Oron Shaul y Hadar Goldin desde 2014, así como de dos civiles israelíes, Avera Mengistu y Hisham al-Sayed, quienes se cree que están vivos después de ingresar a la Franja por su propia voluntad en 2014. y 2015 respectivamente.
Fuente: TheTimesofIsrael- Traducido por UnidosxIsrael
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