Una zona densamente poblada, una red de túneles, trampas esperando a los rescatistas y un enorme número de secuestrados durante un ataque mortal presentan la crisis de rehenes más complicada en la historia del país.
La Franja de Gaza gobernada por Hamas es un pequeño enclave, que mide 40 kilómetros (25 millas) de largo y no más de 12 kilómetros (7 millas) de ancho, vigilado continuamente por Israel y rodeado por sus armas. Pero rescatar –o incluso localizar– a unos 200 rehenes llevados allí por terroristas palestinos que invadieron la frontera sur de Israel el sábado será una tarea de enormes proporciones.
El terreno densamente poblado de Gaza, su red de túneles subterráneos y la gran cantidad de hombres, mujeres y niños tomados cautivos presentan a Israel la crisis de rehenes más compleja que el país haya enfrentado jamás.
Montar operaciones de rescate en medio del bombardeo israelí masivo de Gaza que siguió a la masacre mortal de Hamás en el sur de Israel sólo haría que una misión ya difícil fuera aún más formidable.
“La situación no tiene precedentes”, dijo Gershon Baskin, quien ayudó a negociar la liberación en 2011 del sargento Gilad Shalit tras más de cinco años de cautiverio de Hamás. “Creo que Hamás se sorprendió por la facilidad con la que pudo tomar rehenes. Israel estaba completamente desconcertado por todo lo que sucedió”.
Las imágenes de rehenes han quedado grabadas a fuego en la conciencia colectiva de Israel. La mujer, presa del pánico, fue arrastrada por terroristas en una motocicleta y su novio cruzó la frontera a pie. La madre aterrorizada, envuelta en una manta, abrazando a sus dos hijos pequeños.
Eli Elbag había intentado durante 12 horas ponerse en contacto con su hija soldado Liri, de 18 años, que se estaba entrenando para vigilar la frontera de Gaza. Luego, un amigo envió un video que la mostraba apiñada en el asiento trasero de un camión militar israelí que los terroristas habían requisado, sentada junto a otros dos rehenes, uno de ellos con la cara cubierta de sangre.
La israelí Noa Argamani es vista siendo secuestrada por terroristas de Hamás en el sur el 7 de octubre de 2023. (Captura de pantalla utilizada de acuerdo con la cláusula 27a de la ley de derechos de autor).
Mientras Israel golpea barrio tras barrio en Gaza, Elbag y su esposa han estado pegados a la televisión, buscando cualquier señal de ella. Dijo que comprende la operación israelí pero sigue preocupado por la seguridad de Liri.
«Nadie, dijo Elbag, puede entender lo que sentimos».
Hamás ha exigido la libertad de los 5.200 prisioneros que, según los palestinos, están retenidos en cárceles israelíes a cambio de los cautivos. Ha advertido que matará a un rehén cada vez que el ejército de Israel bombardee objetivos civiles en Gaza sin previo aviso.
El grupo terrorista también retiene los cuerpos de dos soldados israelíes muertos en la guerra de 2014 entre Israel y Hamás, así como de dos civiles israelíes que entraron en su territorio hace años.
La información sobre los rehenes tomados el sábado sigue siendo incompleta días después. No se ha publicado una lista completa y no está claro quién está vivo y quién no. Muchos son israelíes, pero una larga lista de otros países han dicho que sus ciudadanos han sido tomados como rehenes.
Hamás ha tratado tradicionalmente a los rehenes como bienes valiosos, revelando poca o ninguna información sobre sus condiciones o paradero y negándose a conceder acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja para comprobar su bienestar.
El martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó que entre los cautivos había estadounidenses. Estados Unidos se ha ofrecido a compartir su experiencia en recuperación de rehenes con Israel, dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca.
“Nada es más importante para el presidente Biden que asegurarse de que velamos por la seguridad de los estadounidenses en el extranjero”, dijo Kirby al Canal 12 de televisión de Israel en una entrevista. «Y continuaremos trabajando con los israelíes en esta crisis de recuperación de rehenes, y haremos todo lo que podamos, todo lo que sea apropiado, para ayudarlos a medida que avanzan en ese tipo de decisiones».
Algunos rehenes tienen doble nacionalidad, y eso complicará aún más los esfuerzos de Israel para liberarlos, escribió en una sesión informativa Bruce Hoffman, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores. Dijo que es probable que los cautivos ya hayan sido dispersados por toda Gaza, y que sus escondites y tal vez incluso los propios rehenes probablemente estén llenos de trampas.
«Este es un desafío de una magnitud que nunca antes se había enfrentado», escribió Hoffman. “Cada uno sabe cómo terminará esta crisis, pero el derramamiento de más sangre inocente (israelíes, palestinos y, de hecho, ciudadanos no combatientes de otros países) es seguro”.
Cómo se han manejado los rehenes en el pasado
La naturaleza única de la crisis contiene ventajas para Israel, afirmó Baskin. Debido a que hay tantos cautivos, podría filtrarse información sobre algunos de sus paraderos, aunque probablemente estén dispersos por el territorio en casas o bajo tierra, dijo. Eso podría favorecer las operaciones de rescate.
Históricamente, Israel ha hecho grandes concesiones para lograr la libertad de los rehenes, casi todos ellos sobre soldados o sus restos. Su historia de intercambios de prisioneros desequilibrados incluyó el intercambio de Shalit por más de 1.000 prisioneros palestinos, incluido el actual líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar.
El destino de los prisioneros también está cargado de emociones en el lado palestino; la mayoría de los palestinos han pasado tiempo en una cárcel israelí o conocen a alguien que lo hizo.
Pero mientras el ejército de Israel ataca Gaza con una ferocidad sin precedentes, no está claro si la seguridad de los rehenes influye en la toma de decisiones. Al menos un miembro del gobierno, el ministro de Finanzas de línea dura, Bezalel Smotrich, que también desempeña un papel en el Ministerio de Defensa, fue citado exigiendo el sábado que los militares «golpeen brutalmente a Hamas y no tomen en consideración significativamente el asunto de los cautivos».
Los informes sobre los esfuerzos de mediación de Egipto, Turquía y Qatar no parecen ir a ninguna parte. Al menos 1.300 israelíes murieron en el devastador ataque de Hamás, por lo que Baskin no espera que Israel participe en un acuerdo negociado que recompense al grupo terrorista.
En Israel, dijo, “nadie tiene ganas de darle a Hamás ningún tipo de premio”.
Fuente: TheTimesofIsrael- Traducido por UnidosxIsrael
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