Al inicio de este mes, la Organización Mundial de Psiquiatría divulgó un archivo en que asegura que la religión y la espiritualidad tienen un encontronazo considerable en el régimen y la prevención de las anomalías de la salud mentales.
Además, la carencia de espiritualidad o las visiones fans de la espiritualidad y la religión tienen la posibilidad de empeorar los cuadros depresivos y incrementar el compromiso de los trastornos mentales y el abuso de las drogas.
Para llegar a esta conclusión, la Organización analizó bastante más de 3.000 estudios sobre la relación entre la espiritualidad y la salud psicológica. Los resultados señalan que la calidad de vida y la sociabilidad mejoran con la práctica espiritual y religiosa, combatiendo el estrés provocado por las pérdidas, la depresión y la inclinación suicida, además de asistir en la rehabilitación de personas que intentaron suicidarse.
Hace dos años, la publicación de otra exploración asistió a la ciencia a comprender algo mejor la predominación espiritual en el espesor del córtex, que es la membrana que reviste el cerebro: cuando el córtex es más angosto, hay superiores posibilidades de que se desarrolle una depresión, a medida que más se nutre la religiosidad y la espiritualidad, más abultado tiende a ser el córtex, disminuyendo, por consiguiente, el compromiso de depresión.
La exploración fue realizada en la Facultad de Columbia, de los USA, y publicada en el periódico JAMA Psychiatry.
Investigaciones precesoras ya habían correcto que, en la gente con un historial familiar de depresión, la espiritualidad disminuye hasta un 90% el compromiso de desarrollar el trastorno. Los autores de la exploración publicada en 2013 se centraron en estudiar de qué forma la religiosidad se relaciona con la reducción de la depresión.
Fuente: Cristo Viene Noticias
