Uno De Los Barrios Mas Violentos De Guatemala Es Transformado Por La Accion De Misioneros

El misionero Rodrigo Pinheiro está en Guatemala desde hace casi cuatro años. (Foto: Misiones Mundiales).

 

El Evangelio de Cristo cambia la vida y de ese modo un pueblo. Un ejemplo es la acción de la pareja de misioneros Rodrigo y Viviane Pinheiro, quienes llevan cuatro años que se encuentran en Guatemala que conduce la Iglesia Bautista Bethel en Gallito, uno de los barrios más violentos de la zona.

 

El país es profundamente carente bajo los aspectos éticos, materiales, espirituales y humanos. Pero las oportunidades de llevar el Evangelio de Cristo a las personas están apareciendo y evolucionando cada día. Por medio de la iglesia, Rodrigo atiende a 700 niños con el proyecto PEPE (programa socioeducativo promovido por las Misiones Mundiales). Además, mantiene un proyecto de alimentación para residentes de la calle, alfabetización de adultos, curso de misiones, rehabilitación para dependientes químicos y una escuela con casi 200 alumnos.

 

Los habitantes de Gallito van siendo transformados por el evangelio, como sucedió con Mario Mendes, de 43 años. Él comenzó a recibir tratamiento sobre su dependencia alcohólica que tenia por de 20 años y hoy es un diácono de la iglesia, trabajando a tiempo completo en uno de los ministerios.

 

“Eso nos hace seguir adelante con la certeza de que estamos en el camino correcto, pues hemos visto el poder de Dios actuando en la vida de varias personas, liberándolas para una nueva vida en Cristo Jesús”, cuenta el misionero Rodrigo Pinheiro.

 

Transformación

 

Mario llegó a la iglesia a través del proyecto de alimentación para los habitantes de la calle y se convirtió en miembro de la iglesia. Cuando llegó a comer, pidió ser internado, pues sufría de alcoholismo. Su familia vive en el mismo barrio de la iglesia y, al igual que muchos otros, se quedaba en la calle porque no era  recibido en su propia casa. El misionero dice que ahora Mário es otro hombre y se ha cambiado bastante.

 

Otra acción importante es la de la Asociación Misionera Guatemalteca (AMIGUA) que distribuye alimentos para cerca de 10 mil personas. La mayoría son niños de proyectos educativos y escuelas públicas, que se alimentan todos los días. Los proyectos son esenciales para el trabajo de evangelización realizado en la región, pues acercan a las personas de la iglesia y de los ministerios. El misionero rodrigo finaliza con un pedido: “Continúen orando por nuestro ministerio y por cada vida que, diariamente, es alcanzada por alguno de esos proyectos”.

Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios

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