Contrario a la política de “fronteras abiertas” de la Unión Europea y enemigo declarado del globalista George Soros, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, declaró el fin de la “democracia liberal” en su país.
En un discurso el pasado jueves (10), después de que el Parlamento húngaro le entregó su tercer mandato, Orban dijo que los húngaros desafiaron el “viejo orden mundial” a favor de la “democracia cristiana”, y eso permitió que Hungría “Sobreviva y crezca” como nación.
“La era de la democracia liberal llegó al fin! “Ella se mostró incapaz de proteger la dignidad humana, inadmisible en ofrecer la libertad, no pudo garantizar seguridad física y antagónica a la cultura cristiana”, habló.
Según el primer ministro, Hungría construyó una “democracia cristiana del siglo XXI que garantiza la dignidad humana, la libertad y la seguridad”, ofreciendo “protección al modelo familiar tradicional”. Añadió que “somos en la mayoría cristianos y queremos la democracia cristiana”.
Orban reforzó que no aceptaría las “cuotas de inmigrantes” impuestas por la Unión Europea, alertando que la migración masiva “puede llevar a la muerte de naciones”, prometiendo defender los intereses del pueblo húngaro.
“Hoy en día, miles de activistas, burócratas y políticos remunerados están trabajando en Bruselas para clasificar la inmigración como un derecho humano fundamental. “Ellos quieren quitar el derecho de decidir quién aceptamos y quién no”, disparó. Durante su campaña para la reelección, argumentó que ” el cristianismo es la última esperanza de Europa contra el avance del Islam.”
