El año pasado, los Demócratas de Suecia se convirtieron en el segundo partido más grande en el parlamento, apoyando a la coalición gobernante, y quieren hacerse amigos de Israel.
Se ve a miembros de los Demócratas Suecos de extrema derecha en medio de su misteriosa visita a Israel, en Jerusalén, el 17 de mayo de 2023.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel ha tenido durante mucho tiempo una política de incluir en la lista negra a los partidos políticos con raíces nazis o abiertamente antisemitas, desde el Partido de la Libertad de Austria hasta el Frente Nacional en Francia y más allá. Los Demócratas de Suecia siempre cayeron en esa categoría, contando a nazis y neonazis entre sus miembros fundadores, pero el boicot tuvo poco impacto ya que estaban lejos de las posiciones de poder en Estocolmo.
El año pasado, sin embargo, los Demócratas de Suecia se convirtieron en el segundo partido más grande en el parlamento, apoyando a la coalición gobernante, y quieren hacerse amigos de Israel.
“Israel es la única democracia verdadera en la región, y eso nos gusta”, dijo el miércoles el legislador demócrata sueco Richard Jomshof, presidente del Comité de Justicia del parlamento, en una visita a la Knesset. “Somos pro-Israel, nos gustaría cooperar con Israel y queremos ser amigos”.
El miembro del Parlamento Europeo Charlie Weimers, quien ha sido un abierto partidario de Israel en Bruselas en los últimos años, dijo: “Estamos aquí para ser amigos. No importa lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores piense de nosotros, seguiremos siendo amigos de Israel y del pueblo judío. Compartimos valores judeocristianos”.
Weimers también se enorgulleció de señalar que un estudio reciente de la Coalición Europea por Israel determinó que los Demócratas de Suecia tenían el registro de votación más pro-Israel de los partidos suecos en el Parlamento Europeo y era el octavo más pro-Israel en general.
Weimers y Jomshof estuvieron en Jerusalén con una delegación de su partido el miércoles, en una visita envuelta en misterio.
La organización de defensa de Israel que ayudó a organizar su viaje solo divulgaría su nombre y los de los miembros de la Knesset que se reunieron con los miembros de los Demócratas de Suecia de forma extraoficial. Dos de esos parlamentarios, ambos del Likud, se retiraron en el último minuto, ambos citando problemas de programación a The Jerusalem Post. Sin embargo, una fuente involucrada en la organización del viaje dijo que al menos uno cambió de opinión después de conocer la política del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al final, Weimers y Jomshof se reunieron nuevamente con un diputado del Likud y un diputado de la Unidad Nacional, cuyos nombres se mantuvieron en secreto, y también cenaron con el ex diputado del Likud y presidente del campo del Likud, Michael Kleiner.
Este nivel de secreto es inusual, lo que genera dudas sobre la confianza de los parlamentarios en si el partido sueco ha rechazado sus viejas costumbres. Sin embargo, los legisladores se negaron a responder esas preguntas.
¿Se han sacudido los Demócratas de Suecia sus raíces nazis?
Los diputados del Likud han dado la bienvenida a los miembros de los partidos europeos incluidos en la lista negra del Ministerio de Relaciones Exteriores, generalmente citando los votos a favor de Israel y los valores conservadores compartidos de esos partidos, y señalando cómo ellos, como los demócratas de Suecia, expulsaron a los antisemitas abiertos y cambiaron sus constituciones para rechazar el antisemitismo, el nazismo. , nacionalismo blanco o ideologías similares.
“El partido fue fundado en 1988 por neonazis en 1988, pero hace 15 años los jóvenes suecos expulsaron a los neonazis y se hicieron cargo del partido”, dijo uno de los israelíes que invitó a los Demócratas de Suecia, pidiendo permanecer en el anonimato. “El partido es pro-Israel. El gobierno sueco recortó el 40% de su ayuda a los palestinos gracias al trabajo de los demócratas suecos”.
La fuente señaló las posturas de Weimers a favor de Israel, incluido el pedido de desfinanciar los libros de texto palestinos que incitan al terrorismo y el antisemitismo, así como su apoyo a los manifestantes contra el régimen de Irán, lo que lo llevó a ser sancionado por la República Islámica. Los demócratas de Suecia también pidieron trasladar la embajada del país a Jerusalén.
“Estamos aquí para hacer amigos y hemos recibido mucha buena voluntad de los parlamentarios que querían conocernos”, dijo Weimers en la Knesset. “Saben que luchamos por Israel en Suecia y en Bruselas”.
“Queremos ser juzgados por lo que somos hoy, un partido pro-Israel”, dijo Jomshof. “Muchos partidos tienen antecedentes difíciles, pero hoy somos un partido diferente”.
“A la fiesta vino mucha gente buena, y también hubo malos, pero ganaron los buenos”, argumentó.
Weimers dijo que la política del Ministerio de Relaciones Exteriores está desactualizada. Weimers fue miembro de los demócratas cristianos y Jomshof fue miembro del Partido Moderado, y ambos dijeron que los demócratas suecos se componen principalmente de personas como ellos. Se describieron a sí mismos como conservadores y liberales, en el sentido de valorar los derechos individuales, que movían partidos por su oposición a las políticas de inmigración suecas que abrían el país a la migración masiva de musulmanes.
“Vi desarrollos en Suecia en los que la Hermandad Musulmana fue financiada con dinero de los contribuyentes y quienes lo cuestionaron, cuestionaron la política migratoria que cambió nuestro tejido social hasta la médula, eran principalmente demócratas suecos”, dijo Weimers.
Jomshof admitió que “la minoría judía en Suecia está dividida sobre nosotros”.
Miembros de los Demócratas de Suecia apoyan proyectos de ley para prohibir la circuncisión ritual y prohibir la importación de carne kosher. Shechita, la matanza kosher, ha sido ilegal durante mucho tiempo en el país.
Weimers y Jomshof dijeron que estas son opiniones compartidas en todo el espectro político de su país. Jomshof argumentó que la circuncisión es un problema porque se impone a personas menores de 18 años, mientras que Weimers, un cristiano practicante, dijo que entendía la perspectiva judía y se opuso a la prohibición. Weimers comparó esto con “los debates sobre la influencia de la religión en la sociedad israelí” y dijo que estos no son temas que actualmente estén en la agenda política de Suecia.
Al mismo tiempo, los legisladores argumentaron que, al trabajar para limitar la migración musulmana a Suecia, están luchando contra la mayor amenaza para las comunidades judías de su país.
“Debido a la migración masiva del mundo musulmán, especialmente en los últimos 20 años, se están produciendo muchos cambios en Suecia, por ejemplo, el antisemitismo está aumentando rápidamente. La minoría judía está huyendo de ciudades como Malmo principalmente debido a la población musulmana. Abordamos esos problemas… Sin abordar la causa raíz, no resolverá el problema”, dijo Jomshof.
Entre las formas en que los demócratas suecos esperan abordar lo que han identificado como la causa raíz del antisemitismo en su país está la prohibición de los imanes islamistas radicales y la financiación extranjera de las mezquitas. Jomshof dijo que Arabia Saudita, Qatar, Turquía e Irán envían “hombres malvados”, imanes que predican el antisemitismo.
“Para mí, es asombroso que el gobierno sueco esté financiando este tipo de organizaciones a pesar de todas las revelaciones sobre el extremismo. Tenemos que seguir a Francia en lo que se refiere a separatismo islamista. A la larga, eso hará posible que los judíos sigan viviendo en Suecia”, dijo Weimers.
Las comunidades judías en Europa, incluidas algunas en Suecia, tienden a oponerse a los partidos de extrema derecha por temor a que la represión de las poblaciones musulmanas inicie una ola de xenofobia general que se convierta en antisemitismo.
Jomshof respondió a este argumento que “como ateo, juzgo la religión de la misma manera que juzgo las ideologías políticas. Puedes ser comunista o nazi en Suecia, pero son malos. El liberalismo y el conservadurismo no son malos. Cuando juzgo la religión, el cristianismo y el judaísmo están más o menos bien, pero el Islam y la islamización no lo están y debería poder decir eso… Si quieres creer en Alá, adelante, pero debo poder criticarlo”.
“Para mí”, dijo Weimers, “lo que importa son las consecuencias políticas de la religión. Si no los hay, no es asunto mío como político. Pero si hay demandas de medidas discriminatorias contra las mujeres, entonces tengo un problema con eso… Vemos consecuencias sociales de gran alcance en la política de inmigración en Suecia en las últimas cuatro décadas”.
Cuando se le preguntó cuál es su mensaje para los votantes que apoyan a Israel pero que también quieren poder vivir una vida judía en Suecia, Weimers dijo: “Como judío sueco, estamos luchando por usted y su derecho a una vida segura, próspera y feliz en Suecia, punto. Por lo que puedo ver, no hay debate en Suecia [sobre la circuncisión y la carne kosher] y tampoco veo que los Demócratas de Suecia sean un motor para ese cambio”.
Además, dijo: “Si bien estamos condenados al ostracismo por [la] gente mala en los primeros días del partido, no vemos ninguna reacción cuando los socialdemócratas gritan ‘aplastar el sionismo’ en las calles de Malmo”.
Cuando se le preguntó sobre la visita de los Demócratas de Suecia, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo: “Nuestra política no ha cambiado. No los conocemos”.
Fuente: JPost- Traducido por UnidosxIsrael
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