La pobreza puede ser el peor enemigo de las enfermedades. Y si no que se lo digan a esta familia de Chiapas, México. Abraham de Jesús nació hace tres años con una hidrocefalia extrema que le llena la cabeza de líquido.
No es la primera vez que esta familia enfrenta la enfermedad. Hace ocho años, sus padres perdieron a otra hija a los cuatro meses de nacida por el mismo problema. Antes de que Abraham naciera, el médico los alertó de que el niño venía con problemas de salud.
Pero el tratamiento que necesitaba su madre para reducir el impacto de la enfermedad era demasiado caro y no se lo podían permitir.
Abraham nació y a los pocos meses lo sometieron a una operación en la que le colocaron una válvula que lo ayuda a drenar el líquido. A pesar de ello, el tamaño de su cabeza sigue siendo descomunal y los médicos ya no tienen muchas esperanzas.
Fuente: Biblia Todo
