Buenos Aires — La justicia ha reconocido a al menos 22 víctimas de presuntos abusos sexuales realizados por dos curas católicos y tres empleados de un centro para sordos en la provincia argentina de Mendoza, un caso que escandaliza a los estudiosos.
Las víctimas, de unos 20 años hoy en día y entre los que existen sordomudos y adolescentes con diferentes inconvenientes de audición, brindaron en los últimos días su testimonio a fiscales con el apoyo de intérpretes y psicólogos, ha dicho ayer a The Associated Press Alejandro Gullé, procurador de la Corte Suprema de Mendoza, unos 1,000 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
“Este es un caso verdaderamente gravísimo con secuelas irreparables, más que nada las psíquicas y espirituales, a un área doblemente vulnerable no sólo por la edad sino además por la carencia de comunicación”, sostuvo el jefe de los fiscales mendocinos.
Entre los cinco detenidos e imputados por presunto abuso sexual agravado y maltratos físicos están el sacerdote Nicola Corradi, de 82 años, y quien fué denunciado por abuso en Italia; el además sacerdote Horacio Corbacho, de 55, y tres empleados del lugar: José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez, que realizaban tareas administrativas y de jardinería.
Las autoridades judiciales hallaron en allanamientos completados en la cuarto de Corradi en el Centro Antonio Próvolo revistas y material audiovisual con contenido pornográfico y unos 550,000 pesos en efectivo (unos $34,300), lo que ha difícil la circunstancia del adulto mayor sacerdote quien en los 90s fue movido por la congregación de Próvolo desde Verona, Italia, a Argentina para aparentemente alejarlo de las denuncias de las que era objeto.
BishopAccoutability.org, un portal en Internet sobre pederastia clerical, ha dicho días atrás que grupos italianos de víctimas de abuso le habían advertido al Vaticano en 2008 y 2014 sobre Corradi y otros acusados de abusar sexualmente de jovenes en una escuela para sordomudos en Verona.
“Es horrible y lamentable que Corradi no haya sido frenado por el Papa ni otras autoridades de la Iglesia. La presencia de Corradi en la escuela en Mendoza no era un secreto”, aseguró Anne Barrett Doyle, codirectora de BishopAccountability.
Las víctimas argentinas, que fueron abusadas desde 2007, son de Mendoza y de otras provincias como Tucumán y San Luis, debido a queen el establecimiento educativo, al que acuden bastante más de medio centenar de inferiores, además trabaja un internado para muchosestudiantes que surgen de localidades alejadas.
Gullé dijo que los fiscales “están yendo desde atrás para adelante en la investigación” y se preocupan que haya casos recientes de abusos de inferiores en el centro.
Aseguró, además, que un testigo de La Plata, 60 kilómetros al sur de Buenos Aires y donde Corradi estuvo antes asignado en otra de las sedes del Centro Próvolo, acusó al sacerdote de hechos semejantes a los presuntamente sucedidos en Mendoza.
Fuente: Cristo Viene Noticias
