Más de 500 viviendas en el norte resultan dañadas por el incendio de Hezbolá

El alcalde dice que Israel debe lanzar una ofensiva para eliminar el riesgo para las comunidades fronterizas del grupo terrorista respaldado por Irán que utiliza cada vez más misiles pesados capaces de destruir edificios.

Más de 500 casas y edificios resultaron dañados por los incendios de Hezbolá desde que comenzó la guerra. La mayoría sufrieron daños relativamente pequeños, causados por metralla u onda expansiva, otros quedaron completamente destruidos, según los datos recopilados por las autoridades, que mapearon el impacto en decenas de comunidades en la frontera norte.

Hezbolá comenzó a utilizar misiles pesados la semana pasada, incluidos Burkan y Falk 1. Una comunidad que sufre mucho por esto es Shlomi en Galilea occidental, donde el fin de semana pasado unas 50 casas resultaron dañadas cuando los misiles Burkan apuntaron a un puesto militar cercano. «El uso de misiles Burkan es cada vez más frecuente y estamos en peligro real», afirmó el alcalde de Shlomi, Gabi Neeman.

Burkan es un cohete pesado de corto alcance, capaz de transportar una poderosa ojiva y causar daños sustanciales. Se añadió al arsenal de Hezbolá en noviembre, según el grupo terrorista respaldado por Irán. «Un misil así, que cae en una zona poblada, puede destruir edificios enteros», dijo Neeman. «Esperaba que después de cuatro meses de que las FDI lucharan contra Hezbola, no estaríamos bajo tal fuego. Es hora de que los militares vayan al Líbano y demuestren su fuerza».

Un edificio que resultó dañado por el misil fue el local de falafel local recientemente inaugurado después de haber sido renovado. «Escuché la explosión durante todo el camino a Nahariya, pero cuando miré las cámaras de seguridad, todo parecía estar bien. Sólo cuando llegué para abrir el domingo, me di cuenta de que el techo se había derrumbado por la explosión», dijo el propietario Yoni Baleli. «Si esto hubiera ocurrido en un día laborable, estaríamos en una situación completamente diferente. Tengo la intención de volver a abrir el negocio», afirmó obstinadamente.

Los ataques contra comunidades cercanas a la frontera pusieron en riesgo a sus residentes porque muchos esperaban comenzar la reconstrucción. «El domingo, cientos de residentes vinieron a inspeccionar los daños, arriesgando sus vidas. Un pueblo desde donde se lanzan los misiles Burkan debe ser arrasado», dijo Neeman.

En Kiryat Shmona, la ciudad más grande de la Alta Galille, más al este, 43 viviendas fueron afectadas. «La ciudad recibe fuego todos los días y cuando no nos alcanzan a nosotros, también lo hacen las comunidades vecinas», afirmó el alcalde Avichai Stern. «Los armamentos utilizados por Hezbola se han vuelto más sofisticados y no se parecen en nada a los de guerras anteriores».

Stern dice que Israel debe lanzar una ofensiva para eliminar al grupo terrorista chiíta de la frontera y no esperar a acuerdos diplomáticos poco fiables. La ciudad, a diferencia de otras comunidades de la zona, es responsable de sus bienes, a un alto costo financiero.

«Las casas afectadas siguen expuestas y el resto están abandonadas», dijo Stern. «Sabemos por las guerras del pasado que cuando los residentes evacuan, llegan los saqueadores. Debo contratar una empresa de seguridad privada porque la policía local, con sus dos vehículos, no puede hacer frente al problema. He pedido ayuda a todos los ministerios gubernamentales posibles, pero nadie está dispuesto a pagar la factura. Si el gobierno evacuó a los residentes de la ciudad, debería proteger sus hogares de los saqueadores.»

Fuente: 
Ynet- Traducido por UnidosxIsrael

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