Un líder islámico ha defendido el asesinato de Deborah Emmanuel , una estudiante cristiana que murió calcinada la semana pasada en Sokoto, Nigeria.
La joven de 25 años fue golpeada por compañeros de clase dentro de la Facultad de Educación Shehu Shagari el jueves pasado (12) después de que fue acusada falsamente de blasfemar a Mahoma por negarse a salir con un musulmán.
En un video publicado en las redes sociales, el líder musulmán Bello Yabo conmemoró el asesinato de Deborah y alentó el asesinato de personas acusadas de blasfemar el Islam.
“Un joven en Sokoto insultó al Profeta de Allah ayer. No toleramos tal idiotez en Sokoto. Aquí matamos. Cuando tocas al profeta, nos volvemos locos”, dijo Yabo en el video.
Y exhortó: “El que toque al profeta. ¡Solo mata! Incluso si una persona se arrepiente o se retracta, el perdón es asunto de Dios. Debemos matar. No reportar como denuncia ante ninguna autoridad. ¡Mátalo! Incluso si es un maestro islámico, y mucho menos un sinvergüenza inútil. Somos muyahidines (guerreros santos) y yihadistas”.
¿Alguien puede identificar a este joven? ¡Él confesó ser uno de los que quemaron a Débora, hasta la muerte! #TableShaker pic.twitter.com/cMyeHbulZp
– Reno Omokri (@renoomokri) 12 de mayo de 2022
Ataque a iglesias
El sábado, manifestantes musulmanes atacaron tres iglesias en Sokoto después de que la policía arrestara a dos sospechosos involucrados en el asesinato de Deborah.
Según Morning Star News, indignados por el arresto de los dos sospechosos islamistas, los manifestantes destrozaron la Catedral Católica de la Sagrada Familia, St. Kevin y un edificio de Winning All Evangelical Church (ECWA) en Sokoto. La joven cristiana asesinada era miembro de ECWA en su ciudad natal, Tungan Magajiya.
Posteriormente, los protestantes musulmanes marcharon al palacio del líder islámico de Nigeria, Muhammad Sa’ad Abubakar, y exigieron la liberación de los sospechosos.
La policía tuvo que utilizar botes de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, que coreaban la consigna yihadista “Allahu Akbar (Dios es más grande)” en protesta contra Muhammad Abubakar por condenar el asesinato del estudiante cristiano.
Los manifestantes también saquearon y saquearon tiendas de propiedad cristiana en la ciudad. El mismo día de los ataques y protestas, el gobernador de Sokoto, Aminu Waziri Tambuwal, decretó un toque de queda de 24 horas en la ciudad.
“Por favor oren por nosotros como cristianos que vivimos en Sokoto”, suplicó Precious Arigu, residente local.
grito de justicia
El reverendo Stephen Baba Panya, presidente de ECWA, una de las denominaciones más grandes de Nigeria, pidió justicia por el asesinato de Deborah.
“Por lo tanto, hacemos un llamado al gobierno del estado de Sokoto para que sea deliberado y se asegure de que no se dejen pasos para garantizar que no solo se vea que se hace justicia, sino que de hecho se hace”, dijo.
Concluyó: “Deborah puede ser solo una mujer joven cuya preciosa vida y ambición han sido cruelmente truncadas, pero el mundo entero está mirando, esperando y clamando por justicia aquí en la tierra. El martirio de Deborah nunca será en vano. La luz siempre prevalecerá sobre las fuerzas de la oscuridad”.
Nigeria fue el lugar donde más cristianos murieron por su fe en 2021, registrando 4.650 muertes, según el informe Puertas Abiertas. El número de cristianos secuestrados también fue mayor en Nigeria, con más de 2.500.
Nigeria ocupó el segundo lugar después de China en el número de iglesias atacadas, con 470 casos, según Open Doors.
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