La última ocurrencia de la izquierda ante la caída demográfica y el envejecimiento de la población: repoblar a golpe de laboratorio.
“Tu regalo, su felicidad. Ayuda a otra pareja de tener un hijo” a este nivel ha llegado la región italiana de Emilia Romagna, gobernada por el Partido Democrático (centro-izquierda). Ha creado un programa de fertilidad para comprar en bancos de semen extranjeros gametos femeninos y masculinos con el fin de promover la fecundación artificial heteróloga, una práctica que consiste en la inseminación con genes de un donante extranjero fuera de la pareja.
Para poner en marcha este programa han abierto una convocatoria para encontrar bancos extranjeros de gametos a los que comprarán espermatozoides y, sobre todo, ovocitos femeninos.
El proyecto de fertilidad costará un total de 650.000 euros cada dos años
Este programa según confirma el diario italiano La nuova Bussola costará un total de 650.000 euros cada dos años, dinero que saldrá del bolsillo de los italianos.
En el programa de fertilidad se asegura que la donación se tiene que hacer “de manera altruista y desinteresada”, pero cabe la duda de que esto sea posible porque los donantes son extranjeros, y las remuneraciones en los bancos de fertilidad de cada país varían.
Los bancos de fertilidad italianos se van a nutrir de donantes procedentes en su mayoría de España, Suiza o Bélgica, los cuales sí que remuneran al donante. Por ello el proyecto italiano tiene más de negocio que de voluntariado.
Concejal de Emilia Romagna: «La fecundación artificial heteróloga será la solución para reproblar el país»
El responsable de Salud de Emilia Romagna, Sergio Venturi llegaba a afirmar en un comunicado que la fecundación artificial heteróloga será la solución para reproblar el país.
“La solución para repoblar Italia es a través de la fecundación heteróloga», una visión muy contraria a la familia natural, aunque por el contrario afirme que esta medida se está tomando como “política de apoyo a las familias con respecto a la natalidad, un tema preocupante por las consecuencias que puedan tener para la economía”.
La pretensión de esta región italiana ha llegado hasta el punto de obligar a la sociedad- tal y como afirma en su programa- que “donar gametos para que las personas infértiles puedan ser padres”.
La iniciativa tiene contraindicaciones éticas. La frontera se ha sobrepasado hasta el punto de arrancar la genealogía natural de una persona, afirma el arzobispo emérito de Bolonia Carlo Caffarra en una entrevista al diario italiano La Nuova Bussola Quotidiana y que recoge Religión en Libertad.
«¿No somos capaces de entender que estamos utilizando el dinero público para comprar hombres?», se pregunta indignado el cardenal italiano en la entrevista.
Caffarra: «Los niños no se compran y las mujeres no son yacimientos de extracción»
Para Caffarra este proyecto es parte «de la deriva la procreación y la educación de nuevas personas humanas» algo que va contra natura y contra la dignidad del bebé que está por nacer.
“Los niños no se compran y las mujeres no son yacimientos de extracción. No podemos limitarnos a denunciar, sino que debemos manifestarnos en la calle», sentencia el cardenal.
Esta medida se ha tomado después de que el Tribunal Constitucional italiano levantara en 2014 la prohibición que duró 10 años sobre la inseminación artificial heteróloga. En apenas varios días a la aprobación de la inseminación artificial miles de solicitudes llegaron a los centros privados de fertilidad.
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Fuente: Actuall
