Su líder, el pastor Grant Hasty, recuerda que el 32% de la población de McCreary vive bajo la línea de la pobreza. “Cuando alguien quiere ayuda y no tiene una red de apoyo detrás … fácilmente tienen problemas de recaída”, explica el líder religioso.
La decisión de la iglesia fue construir las casas de madera en un terreno que compraron años atrás y acabó no siendo utilizado. Además de ayudar a los dependientes a permanecer sobrios, desarrollaron un programa para ayudarles a recuperarse financieramente.
La voluntaria del programa, Vicki Kidd, dijo que el deseo de la iglesia es ayudar a quien necesita “un reanudamiento”. “Ellos no tenían mucha esperanza”, evalúa, dejando claro que el espacio es para que ellos puedan vivir hasta conseguir rehacer en la vida. Por eso, la iglesia no cobra alquiler ni gastos de agua y luz. Cuando una familia salga, dará espacio para entrar otra.
La iniciativa acabó repercutiendo en la prensa y ya existen misiones evangélicas interesadas en seguir el modelo. Según el canal local WBIR, misioneros de estados como Georgia, Florida y Texas están dispuestos a viajar en las próximas semanas para conocer mejor cómo funciona el proyecto.
Fuente: Biblia Todo
