Christian Nikita Skorykh de los Estados Unidos acababa de dejar a su hijo pequeño Judah en la casa de su suegra y conducía hacia el trabajo cuando fue atropellado por una camioneta.
La colisión se produjo del lado del conductor y tiró lateralmente el coche de Nikita, que fue arrastrado 20 metros calle abajo.
Su suegra, Olga Vedernikov, escuchó el choque y salió corriendo de su casa. Comparó el sonido de la descarga con el de un cohete que choca contra un edificio y se derrumba.
Olga encontró a su yerno sin aliento ni pulso, atrapado entre los escombros. “Corrió por la acera con Judah en un carro”, dijo Nikita a AG News.
“Ella me dijo que comenzó a rezar para que la vida volviera a mí. Así que empezó a orar en lenguas, porque no sabía qué más hacer. Después de unos seis minutos de oración, de repente tosí y comencé a respirar. Sé que si ella no hubiera orado, no estaría aquí hoy; creo que Dios me devolvió la vida”.
Cuando el equipo de emergencia llegó al lugar, los rescatistas pensaron que solo encontrarían un cuerpo sin vida, debido a la gravedad del accidente .
En el hospital, los médicos evaluaron el estado del hombre como grave. Nikita había sufrido una lesión cerebral traumática y una lesión en la médula espinal.
Luchando contra el peor diagnóstico
Los médicos le dijeron a su esposa Elona que estaba en peligro de muerte y que, si sobrevivía, tenía muchas posibilidades de quedar paralizado y perder la memoria.
“Lo tenían bajo mucha sedación. La resonancia magnética mostró muchos puntos sangrantes en su cerebro y mucha hinchazón en su lóbulo frontal izquierdo”, recordó Elona.
A las pocas horas de la hospitalización de Nikita, se formó una gran cadena de oración. Su iglesia ruso/ucraniana levantó una protesta con toda la congregación.
Cristianos de otros lugares se han unido a la intercesión, incluidos otros países como Ucrania, Rusia y Suiza.
Los amigos de Nikita de otros estados de EE. UU. viajaron al hospital para orar personalmente por él, con fe en que Dios restauraría su salud.
Cadena de oración y recuperación milagrosa
Unos días después, el hombre comenzó a mostrar signos positivos. Sin sedación, Nikita pudo mover los dedos de los pies, lo que significa que no se había paralizado.
En las siguientes semanas, la recuperación del cristiano avanzó rápidamente, como un verdadero milagro .
Su memoria estaba intacta y pronto fue trasladado a rehabilitación. Después de tres semanas en el hospital, Nikita fue dada de alta y regresó a casa.
“Recuerdo todo lo que pasó y pienso en la historia de Job. Al final, Dios le habla a Job, enumerando todas estas cosas que Él creó y cómo Job no sabe nada de todas ellas. Y Dios dice cómo está haciendo todo esto en Su sabiduría”, dijo Nikita.
Y reflexionó: “Dios sabe lo que hace. A mí, Dios me está diciendo que, al final del día, Él es quien tiene todo , incluso a mí, en Sus manos”.
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