Unos gritos que provenían que un apartamento fue la advertencia que daría paso a un terrible suceso, pues una mujer embarazada fue apuñalada por su novio hasta la muerte; al asesino no se le están sumando los cargos de la muerte del bebe sino sólo el de la mujer gracias a la ley del aborto en Nueva York.
Jennifer Irigoyen era una mujer con 5 meses de embarazo que ya era madre de un niño pequeño, su novio, Anthony Hobson de 48 años, quien sacó del departamento a la mujer amenazándola con un cuchillo, el cual lo usó para herirla hasta la muerte y su bebé neonato también.
Vecinos escucharon como la mujer gritaba buscando ayuda para proteger a su bebé, pero no tuvo ayuda, pues fue arrastrada por las escaleras hasta la entrada del edificio donde fue herida en abdomen, pecho y cuello; el hombre pidió a su novia, Jennifer, quien se desangraba que llamara a emergencias, trató de identificar a su agresor pero no podía hablar.
Ella murió, y ahora a Hobson sólo se le acusa de la muerte de Irigoyen pero de la del bebe neonato no, pues retiraron los cargos que le acusaban de la muerte del niño por la aprobación de la nueva ley de aborto preventivo que permite quitarle la vida a los bebés incluso después de haber sido dados a luz.
Los activistas pro vida están indignados con esta decisión que ha tomado los legisladores y el tribunal competente del caso, Chris Churchill, columnista de un periódico local dice: “Un hombre que atacó a una mujer embarazada y mató a su feto probablemente enfrentaría un cargo de asalto en primer grado. Pero las víctimas y sus familiares a menudo quieren el reconocimiento legal de la vida del bebé. Más de 30 estados tienen protecciones legales especiales, por lo que aquellos que atacan y matan a bebés no nacidos serán responsables de la muerte de ese niño. Nueva York ya no es uno de ellos”
Fuente: Biblia Todo
