Un club de striptease se convirtió en una iglesia en Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, como respuesta a los años de oración de la hija de una ex stripper .
“Esta iglesia surgió porque oré durante cinco años”, dijo Linda Dunegan a Associated Press. El lugar que una vez albergó el club “Fantasías en el quinto” se convirtió en la Iglesia Bautista Puertas Abiertas, reemplazando el escenario de baile por el púlpito.
Dunegan había intentado comprar el edificio antes, pero no pudo llegar a un acuerdo con el propietario. Hasta que, en un momento, el propietario le dio a un agente de bienes raíces una semana para vender el edificio y le sugirió que buscara a Dunegan. Esta vez, el trato estaba hecho.
“Dios ha sido muy bueno conmigo. Me dio una familia, un esposo maravilloso, comida en la mesa y un lugar para vivir ”, dice Dunegan.
Hoy, Dunegan es una inversora inmobiliaria experimentada, pero una vez tuvo que sobrevivir comiendo un plato de arroz al día en Vietnam. Creció en un pequeño pueblo cerca de la frontera con Camboya, viviendo en condiciones precarias.
Sus padres tuvieron un matrimonio concertado, que fracasó cuando su madre no tuvo un heredero varón, y fue enviada de regreso a su aldea con sus dos hijas. Sin otras habilidades, su madre consiguió un trabajo como mesera en un bar, donde conoció a un estadounidense que se convertiría en su esposo.
El estadounidense ayudó a la familia a huir del país devastado por la guerra en abril de 1975 en un transporte militar cuando Dunegan tenía 8 años.
A principios de la década de 1980, su madre y su padrastro se divorciaron. Se mudó a Anchorage con sus hijas y terminó encontrando una manera fácil de ganar dinero en los bares, aunque Dunegan no está seguro de si Fantasies on 5th fue uno de ellos.
En la infancia de Dunegan, la literatura se convirtió en un refugio, incluso leyendo un libro al día. Estudió mucho, se unió a la Sociedad Nacional de Honor y fue a la universidad, donde obtuvo un doctorado. También tuvo una carrera militar que abarcó casi tres décadas sirviendo en las reservas de la Fuerza Aérea y la Marina y la Guardia Nacional Aérea de Alaska.
En el camino, se casó con Gerry Dunegan y juntos construyeron sus propiedades inmobiliarias.
El camino de Dunegan para convertirse en cristiana echó raíces cuando era niña en los Estados Unidos. Una mujer de una de las iglesias a las que asistían (a cambio de comida gratis) decidió cuidarla de cerca.
El pastor Kenny Menéndez sintió un llamado de Dios para comenzar una nueva iglesia en Anchorage, simplemente no pensó que encontraría el lugar perfecto dentro de un antiguo club de striptease.
“Lo miré como, ‘Sí, podría ser una iglesia’”, dijo Menéndez. “Solo necesitaba un cambio de imagen”.
Al servicio de apertura asistieron 66 personas, algunas con curiosidad por ver cómo sería una iglesia dentro de un antiguo club de striptease. Ahora, reciben un promedio de 45 personas todos los domingos.
“Yo diría que a Dios le agrada tener un cambio, una transformación en el edificio, un lugar que acerca a las personas a Él en lugar de alejarlas”, dijo el pastor.
Menéndez tiene la esperanza de que la iglesia, que se encuentra entre una tienda de marihuana, un sex shop y moteles, ayude a transformar el vecindario. “Que este sea el comienzo de algo de luz aquí”, dijo.
Dunegan cree que fue su madre quien plantó una semilla en ella hace más de dos décadas. “Estamos comenzando con algo pequeño, pero nuestro corazón es grande”, dijo en un artículo de la revista Air National Guard.
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