El establecimiento de defensa de Israel se está preparando para el peor de los casos durante una guerra en la frontera norte, que incluiría apagones de varios días, cientos de muertos y miles de heridos.
A la sombra de la disputa interna de Israel en torno al plan de reforma judicial del gobierno, los inusuales incidentes transfronterizos entre Israel y Hezbolá en las últimas semanas y meses muestran un aumento notable en la probabilidad de una guerra en la frontera entre Israel y el Líbano.
Israel Hayom informó que los funcionarios de seguridad predicen que si estallara una guerra de este tipo, no se limitaría a un frente sino que sería una campaña de múltiples frentes. No es imprevisto que Gaza también se una a la refriega, obligando a Israel a lidiar con el terrorismo en Judea y Samaria, la violencia y los bloqueos de carreteras en Israel, y amenazas adicionales también.
Según el informe, los funcionarios de seguridad consideran que la situación para la que se está preparando el sector civil de Israel es el peor escenario de batalla.
En tal escenario, en el transcurso de un día de batalla, Israel tendría que lidiar con el lanzamiento de miles de cohetes y, en los primeros días, se lanzarían alrededor de 6.000 cohetes contra el estado judío. A medida que pasa el tiempo, el número disminuiría a alrededor de 1500 a 2000 cohetes por día.
Los expertos en seguridad estiman que cada día habrá aproximadamente 1.500 ataques efectivos en territorio israelí, y eso después de restar los cohetes que aterrizan estadísticamente en áreas abiertas y las intercepciones del sistema Cúpula de Hierro, que, con todo respeto, no lograría interceptar el alto porcentaje de misiles al que nos hemos acostumbrado durante los enfrentamientos en el sur.
Para comparar, durante la reciente ronda de combates, la Operación Escudo y Flecha, se dispararon 1.470 cohetes contra Israel desde Gaza durante todo el período de cinco días. Durante la Operación Guardián de los Muros en mayo de 2021, se lanzaron 4.500 cohetes en 10 días. En 2014, durante la Operación Margen Protector, que duró 50 días, se dispararon aproximadamente 3.850 cohetes (un promedio de 90 por día). Como se puede ver, el número de lanzamientos en una guerra potencial en el norte sería mucho más sustancial.
A la luz del alcance previsto del lanzamiento de cohetes, según el escenario actualizado del establecimiento de defensa, una campaña conjunta dirigida por Hezbolá se cobraría la vida de aproximadamente 500 civiles israelíes en el frente interno (el número no incluye a los soldados caídos), y miles más lo harían. ser herido Pero a pesar de los números impactantes, lo que perturba al establecimiento de defensa sobre todo son las crecientes habilidades precisas alrededor de las fronteras de Israel.
Los funcionarios de seguridad dicen que una de las lecciones sustanciales aprendidas de la guerra en Ucrania es la efectividad de los aviones no tripulados.
El temor severo es de un ataque preciso en las centrales eléctricas, lo que afectaría gravemente la capacidad de Israel para generar electricidad. Sin electricidad, la comunicación también se vería gravemente interrumpida, la infraestructura celular para los consumidores se vería afectada e incluso la capacidad de advertir sobre misiles entrantes se vería gravemente dañada. Las autoridades dicen que la respuesta al desafío aún no es perfecta, y la intención es aumentar la defensa efectiva de esos sitios y adjuntarles una batería Iron Dome y otros medios, con una estricta política de interceptación.
Otro desafío que no es menos sustancial sería el frente interno, y no es de extrañar que Israel tenga que lidiar con docenas de disturbios internos a la vez. Para despejar los caminos para las fuerzas y hacer frente a los disturbios en el frente interno para que no molestaran a los soldados en el campo de batalla, las FDI crearon 16 brigadas de reserva.
En medio de este escenario de pesadilla, que el establecimiento de defensa considera «grave pero plausible», se puede entender la falta de voluntad de Israel para involucrarse en un conflicto y su política de responder moderadamente a la provocación de Hezbolá.
Fuente: ArutzSheva- Traducido por UnidosxIsrael
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